Nuestros pequeños exploradores aprenden a través de los cinco sentidos, estableciendo de manera intuitiva un juego primario y natural con todo lo que les rodea.
Jugar y disfrutar de los 5 sentidos
En casa o al aire libre, sus sentidos están siempre a punto y sus ganas de jugar, también.
Te proponemos varios juegos en los que la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato son los protagonistas.
Mirar:
- Las nubes nos muestran formas que a veces nos recuerdan objetos, animales o, incluso, personas ¿Hacemos nuestra propuesta?
- Podemos jugar a buscar las diferencias en el comedor o en el jardín o crear una escena con pequeños muñecos colocando algo fuera de lugar.
- Y el tradicional juego de ‘Veo, veo’ es una garantía de diversión.
Escuchar:
- La música siempre es un magnífico aliado. Podemos bailar, seguir el ritmo tocando palmas…
- “Escuchar” la naturaleza con los ojos cerrados nos permitirá reconocer el silbido del viento, el canto de los pájaros o el baile de las hojas.
- ¿Y jugar a las onomatopeyas? El brum brum de los coches, el cri cri de los grillos. ¿Los imitamos?
Saborear:
- Cualquier alimento, pero sobre todo las frutas troceadas, nos permite jugar a identificar sabores con los ojos tapados: dulce, salado, amargo, ácido… O bien a reconocer alimentos: fresa, naranja, plátano, piña…
- También podemos jugar a identificar sabores llenando varios vasos con líquidos distintos: zumo, leche, agua…
Tocar:
- Una pelota de tenis, otra de ping pong, una concha marina, una esponja natural, un ovillo de lana, una fruta, una pelota hecha con bolsas de plástico, otra de papel… ¿Sabremos qué son solo tocándolos, sin mirar?
- Para tener más diversidad de objetos, aprovechemos nuestra próxima salida al campo para recoger piñas, corcho, alguna hoja, castañas, piedras redondeadas, puntiagudas…
Oler:
- Marcamos un circuito con montoncitos de granos de café, despejándolo de objetos que puedan resultar peligrosos. Con un pañuelo sobre nuestros ojos… ¡A ver cuánto tardamos en recorrerlo siguiendo la única pista de nuestro olfato!
- Hacemos unos agujeros en unos botes y los llenamos con menta, colonia o chocolate. ¿Seguimos adivinando de que objeto se trata solo con la nariz?
¿Los sentidos a través de juguetes?
También podemos encontrar juguetes que nos proponen disfrutar jugando con los sentidos, como los memory de olores o el popular Lince, los silbatos para imitar pájaros o los juegos de reconocimiento táctil.
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Con todos estos juegos resulta muy interesante ver cómo naturalmente y sin forzarles, ellos ponen nuevas palabras a aquello que ven, tocan, huelen, saborean y escuchan, ampliando así su vocabulario con nuevos adjetivos.
Ponen nuevas palabras a aquello que ven, tocan, huelen, saborean y escuchan, ampliando su vocabulario
Si son mayores, tras observar nuestros propios sentidos, podemos descubrir semejanzas y diferencias respecto a otras personas que no los poseen, como las personas ciegas o sordas ¡y que tienen otros sentidos más desarrollados!
Fuente: Saber Vivir