Un tema que actualmente ocupa a algunos padres, es la creciente ola de violencia tanto física como verbal en los noviazgos adolescentes. Desafortunadamente, son situaciones que ocurren con mucha frecuencia, pero que pocas veces son denunciadas.
Los adolescentes generalmente quieren vivir la vida intensamente, y no está mal. Las relaciones sentimientales pueden ser una travesía emocional interesante para ellos, no solo por el posible inicio de las relaciones sexuales, sino por el descubrimiento de su identidad sexual.
Ahora bien, como padres debemos saber que las relaciones actuales poco o nada tienen que ver con las relaciones de generaciones anteriores. La violencia puede ser por parte de mujeres y de hombres, y se caracterizan por ser celosos, tener un temperamento fuerte, presentan cambios de humor frecuentes y son posesivos.
¿Influye la edad?
Debido a todos los cambios que se presentan en la adolescencia, los jóvenes son más propensos a tomar riesgos, tener cambios de humor repentinos y ser más curiosos o creativos. Realmente, por el lado que lo veamos, son comportamientos inocentes que por sí mismos no causan ningún daño. El problema inicia cuando no hay elementos de protección de las emociones y pueden tornarse demasiado intensas.
Según el Instituto Nacional de Justicia, los y las adolescentes más vulnerables a experimentar la violencia en el noviazgo son aquellos que: tienen un historial sexual precario, historial familiar en riesgo, pocas habilidades auto-regulación y regulación emocional, y un ambiente social riesgoso.
Presta atención a las señales
Muchas víctimas de violencia de pareja, no saben cómo buscar la ayuda que necesitan por diversos factores, generalmente por vergüenza. Como padres, debemos fomentar el respeto desde pequeños, no solo con sus pares, o adultos, sino en las relaciones de pareja.
Las señales más frecuentes de la violencia de pareja suelen ser:
- Los cambios de humor severos.
- Irrespeto verbal
- Golpes, empujones o gritos que pueden iniciar como broma
- Amenazas constantes
- Manipulación emocional
- Celos excesivos
- Control constante sobre la víctima
¿Qué podemos hacer como padres?
El mejor método para prevenir la violencia, es evitándola. De manera, que el estilo de crianza tiene un papel crucial en la conducta de los adolescentes, sean agresores o víctimas.
Deben existir espacios de diálogo con nuestros hijos, donde podamos establecer una conversación con ellos basada en la confianza, el amor y la comprensión. El autoestima también es un papel importante en la vida de los jóvenes, de manera que debemos sí o sí fomentar el amor propio en los jóvenes.