El desarrollo de los niños es un proceso que inicia desde el momento de su gestación. Cuando nace se enfrenta a diversos cambios y factores que hacen que durante sus primeros años de vida tengan un correcto desarrollo.
Según el Dr. Darío Botero, médico pediatra puericultor y miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría, “el desarrollo de un ser son todos los distintos procesos que se van cumpliendo en un tiempo y en un momento. Están relacionados con la parte de salud, el contexto sociocultural, el cariño que tiene alrededor suyo. La suma de todos estos factores hace que el niño vaya cumpliendo un camino que le va dando elementos para que poco a poco se pueda integrar en la vida social”.
En el primer año la adquisición de destrezas a medida que el niño crece se vuelven más complejas y las respuestas son más sofisticadas. De ser un recién nacido en brazos, se proyecta a doce meses cuando ya está gateando o caminando.
Para el puericultor, “el desarrollo, la integración sensorial y la respuesta del medio ambiente” dan como resultado que el niño poco a poco adquiera habilidades neurológicas, motoras y sociales que contribuyen a su desarrollo.
Las habilidades motoras son las más evidentes, estas inician con movimientos desde la cabeza hasta los pies. “Lo primero que ellos hacen es poder controlar su cabeza a voluntad, empezar a mover los ojos para buscar a la persona y tener control de cuello”, dijo.
Para estimular estas habilidades, el Dr. Botero recomienda a los padres realizar las siguientes actividades con sus niños menores de un año:
- Realizar masajes en la piel del bebé
- Cargar al niño con regularidad para que sienta a los padres
- Hacer contacto visual al amamantar
- Hablar con él cuando se le cambia el pañal, preferiblemente cambiando los lados entre derecho, centro e izquierdo.
- Tratar de sentarlo para mejorar la postura
- Cuando el bebé esté acostado sobre su espalda y trate de hacer un abdominal, traerlo con sus brazos y ayudarlo a sentar.
- Acostarlo sobre balones apoyado en su barriga para que traten de elevar la cabeza
- Colocarle cosas en las manos que ellos puedan agarrar y sentir texturas como lentejas, plastilina o algodones
- Cuando estén en procesos de gateo dejarlos en el suelo para que exploren.
De los 12 a los 24 meses
En este periodo la actividad física es mayor pues inicia una etapa de desplazamiento. “El niño está gateando o está caminando y lo empodera de una cosa mágica que es descubrir por autonomía propia”, aseguró el Dr. Botero.
De igual forma, comienzan a entender las palabras que están alrededor y a darles sentido como el ‘no’. Para el pediatra esa es una forma de indicarle a los adultos que ellos están presentes y les da autonomía.
Algunas actividades recomendadas son:
- Entregarles materiales como lápices y pinceles para que rayen
- Dejar que ellos se lleven la cuchara a la boca
- Estimularlos a quitar los zapatos, medias o chaquetas por sí solos
- Llevarlos al parque para que interactúen con otros niños
- Dejar que agarren objetos más grandes como juguetes
- Hablarles todo el tiempo y darle sentido a las cosas que hay alrededor con señas
- Cantar con ellos
- Contarles cuentos
- Ponerles libros para que lean y ellos pasen las páginas
Por último, el Dr. Botero concluyó que “la Academia Americana de Pediatría recomienda 60 minutos de juego todos los días con los niños”.
