Todos los miembros de una familia están unidos por un hilo invisible. Un lazo que, si bien no se puede verse, se siente a través del cariño y de las demostraciones de afecto. A esta unión se la conoce como vínculo afectivo, un nexo que es necesario reforzar día tras día. En caso contrario pueden producirse problemas como el distanciamiento entre los actores que conforman un hogar.
Dedicar tiempo de calidad a los más pequeños del hogar es muy importante. El cariño y sus demostraciones reforzarán el vínculo entre padres e hijos mientras que su ausencia puede terminar por generar un trastorno con todas las consecuencias. Así lo indican los expertos de Psicoadiagnosis, quienes advierten de los problemas que pueden surgir si no se fortalece esta unión.
Síntomas del trastorno del vínculo
Se puede definir el vínculo afectivo como la relación entre el niño y la persona responsable de su crianza, es decir, sus padres. La finalidad de esta unión es hacer ver al pequeño que su desarrollo se está produciendo en un entorno seguro y en donde ningún peligro puede afectarle. Cuando esta sensación no es tal, en el pequeño aparece un malestar y ansiedad por su situación.
Por tanto, un vínculo deficiente o, roto, puede hacer que el niño se sienta inseguro a la hora de afrontar distintas situaciones en su día a día. Aunque no solo el temor o la falta de autoestima son consecuencias de esta falta de afecto. Una excesiva actividad o un mal comportamiento para reclamar atención o una ausencia y falta de atención son otras formas en las que este problema se manifiesta.
De esta forma se pueden encontrar dos manifestaciones de este trastorno del vínculo:
– Tipo inhibido. En este caso la alteración dominante de la relación social reside en la incapacidad persistente para iniciar la mayor parte de las relaciones sociales y responder a ellas de modo adecuado al nivel de desarrollo del sujeto.
– Tipo desinhibido. Se produce cuando la alteración dominante de la relación social consiste en una sociabilidad indiscriminada o una ausencia de selectividad en la elección de figuras de vinculación.
Qué pueden hacer los padres
¿Qué pueden hacer los padres para contrarrestar esta situación? Los expertos de Psicodiagnosis explican que los padres pueden trabajar en esta situación del siguiente modo:
– El primer objetivo es explicar a los padres o tutores el origen del problema. A partir de esta comprensión, como estrategia general, hay que potenciar espacios de comunicación diaria con el niño. Priorizar la calidad versus la cantidad en la interacción.
– Fomentar que explique sus sentimientos y emociones (tristeza, alegría, etc.) más que lo que ha hecho (jugar, ir de excursión, etc.).
– Marcar muy claramente las consecuencias de las conductas que se busca corregir (castigos) pero, cuando ocurre la conducta, no alzar la voz ni intentemos pedirle explicaciones, o razonar lo sucedido.
– Intentar incrementar el tiempo de ocios juntos.