La alimentación de un bebé menor de los 12 meses es esencial para su desarrollo. La leche materna es la principal fuente de nutrientes, sin embargo, durante ese primer año el niño debe probar otros sabores, texturas y colores.
Sin embargo, muchas mamás se aterran al pensar que un alimento puede ser nocivo para la salud de su bebé. En otros casos, al probar una nueva comida, el bebé presenta reacciones alérgicas que la madre no espera. Algunos alimentos generan en los niños síntomas como la diarrea, el vómito, los brotes o la urticaria.
Estos alimentos son:
- Leche de vaca
- Huevo
- Trigo
- Pescado
- Soya
- Maní
- Nueces
- Mariscos
La leche de vaca, por ejemplo, genera alergia en el 2% de los niños durante sus dos primeros años de vida. Este alimento contiene más de 25 proteínas alergénicas. Esta alergia a la leche es temporal, pues a partir de los dos años, el cuerpo del niño o niña se vuelve más tolerante a los lácteos.
Sin embargo, la alergia no siempre se va a partir del segundo año de vida. Si el bebé presenta alergia a los mariscos, el maní o el pescado, durante su primer año, quiere decir que esta alergia será para siempre y son alimentos que deben ser retirados permanentemente.
Alimentación ideal durante los primeros meses de vida
Se recomienda a los padres que durante el primer año de vida del bebé le ofrezcan mínimas cantidades de proteína dentro de su alimentación. La leche materna es de gran alimento y puede prevenir la aparición de alergias. Existen fórmulas pediátricas con proteínas lácteas hidrolizadas que pueden reemplazarla.
Después de los seis meses de edad, la leche materna se debe complementar con nutrientes como hierro, calcio y vitaminas A, C y D. A los 7 meses es recomendable darles compotas de fruta, papillas de cereales y sopas de verdura. Las porciones de pan y fruta pueden empezar a ser suministradas a los 8 meses y a los 9 meses, se les debe dar pan blando, puré de verduras y frutas como banano, pera, durazno o mango.
