Por: Redacción Pediatría y Familia
Las sonrisas de los bebés son un gesto conmovedor y tierno que asociamos de inmediato a la primera infancia. Pero, aunque cueste creerlo, no es algo innato a los seres humanos. Los pediatras afirman que, las sonrisas del bebé son un gesto aprendido de su entorno, ya que observa los gestos con los que se comunican los adultos y otras personas que pasan su tiempo con él.
Por ejemplo, cuando juegan con el pequeño, la risa es un indicador comunicativo de emociones positivas. Y, pese a que el bebé no lo comprende, comenzará poco a poco a devolver el gesto a manera de imitación. Sin embargo, cuando el pequeño descubre que es una forma de expresar su alegría y felicidad, repetirá el gesto incontables veces, más allá de los juegos.
De hecho, investigaciones recientes sobre la risa en los bebés revelaron que -efectivamente- los bebés responden con sus risas cuando reciben estímulos placenteros. Pero, como ya se mencionó, es un gesto aprendido que involucra conexiones cerebrales y habilidades de interacción. No se debe olvidar que los bebés, sonríen en primera medida como un acto reflejo o inconsciente (si están dormidos). Cuando se trata de recién nacidos, la sonrisa también llamada “la sonrisa de un ángel” es motivada por recuerdos placenteros -que se olvidan al crecer- como sensaciones experimentadas cuando estaba en el vientre de su mamá.
Pero, no desesperes. La primera sonrisa dirigida hacia alguien o algo el bebé la realiza entre las 8 y 9 semanas. A partir de ahí, las risas y diversión harán parte del mundo familiar del que hace parte.