La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), es una condición agresiva y potencialmente incapacitante, pero, con un tratamiento temprano y adecuado, los menores pueden llevar una vida normal y productiva.
En cuanto a los niños y adolescentes con EII enfrentan durante su crecimiento problemas físicos, emocionales, sociales y familiares, por lo cual es sumamente importante la detección temprana y el tratamiento precoz de la condición.
Según un artículo publicado por la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP), todos, o al menos la mayoría de los pediatras y otros médicos pediátricos se encontrarán con niños con EII en su práctica general.
Esta enfermedad es causada por una respuesta inmune intestinal desregulada en personas genéticamente predispuestas. Aunque los niños -generalmente- presentan síntomas de pérdida de peso, dolor abdominal y diarrea sanguinolenta, muchos presentan un crecimiento deficiente, anemia u otras manifestaciones extraintestinales.
Una vez que se diagnostica la EII, los objetivos de la terapia consisten en eliminar los síntomas, normalizar la calidad de vida, restablecer el crecimiento y prevenir las complicaciones, minimizando los efectos adversos de los medicamentos.
Enfermedades causadas por la EII
Colitis ulcerosa (CU). Enfermedad inflamatoria intestinal crónica que afecta de forma muy difusa y continua exclusivamente a la mucosa de colon.
Enfermedad de Crohn (EC). Enfermedad inflamatoria intestinal crónica que puede afectar a todo el tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, de forma segmentaria, siendo su característica histológica la afectación transmural de la mucosa y la presencia de granulomas no caseificantes.
Enfermedad inflamatoria intestinal no clasificada o colitis indeterminada (EII-nc). Enfermedad inflamatoria intestinal crónica que afecta exclusivamente a colon y cuyas características clínicas, endoscópicas e histológicas no permiten su inclusión en las dos entidades anteriores.
Epidemiología
- 1 a 1.5 millones de personas en Estados Unidos padecen EII.
- El 25% de los casos se diagnostican en edad pediátrica.
- De 7 a 10 niños por cada 100.000 desarrollan EII anualmente en los Estados Unidos.
- El 4% de la enfermedad Crohn ocurre en niños menores de 5 años.
Tratamiento
Las metas de tratamiento en la EII han cambiado dramáticamente en los últimos años. Cuando las opciones de terapia eran escasas, la meta primaria era reducir los síntomas.
Ahora, con el advenimiento de la terapia biológica, tenemos la oportunidad de alterar la historia natural de la condición. Por lo tanto, nuestra meta de tratamiento es alcanzar la remisión de la enfermedad. La meta inmediata del tratamiento es mejorar los síntomas lo antes posible.
A largo plazo, queremos sanar la mucosa gastrointestinal, mejorar la calidad de ida, restituir la razón de crecimiento, eliminar complicaciones y disminuir hospitalizaciones y cirugías. Para los síntomas más leves se utilizan antibióticos, nutrición enteral y aminosalicilatos (acción tópica antiinflamatoria en la mucosa intestinal).
Los corticoesteroides se utilizan en enfermedad moderada a severa. Los inmunosupresores (metotrexato, 6-mercaptopurina, imuran) y las terapias biológicas bloqueadores del factor de necrosis tumoral (adalimumab, infliximab) se administran en casos más severos y/o donde hay una dependencia de los esteroides.
Actualmente, hay una tendencia a ser más agresivos con el tratamiento y, en ciertos casos, a comenzar las terapias biológicas e inmunosupresores más temprano en el curso de la enfermedad para así tratar de lograr le meta principal: la sanación de la mucosa intestinal.
La cirugía y períodos prolongados de NPO se reservan para casos extremos, donde la terapia médica no ha funcionado.