Por: David L. Hill, MD, FAAP
En las semanas siguientes al nacimiento de Abby, mi primera hija, pasé mucho tiempo encargado del cuidado o método canguro con ella —manteniéndola caliente sobre mi pecho desnudo mientras que mami descansaba un poco entre comidas. Cuando empezaba a darle hambre, Abby se subía poco a poco a mi mentón tratando de encontrar en vano la fuente de alimento, que en realidad se encontraba al otro lado de la habitación. Cuando aumentaba su frustración alzaba su cabecita y me miraba a la cara con una expresión que parecía decir papá, ¿y tú para qué sirves? Algunas veces no estaba seguro si sabía la respuesta.
Los padres desempeñan muchas funciones
Ahora que Abby tiene 16 años, ella me puede hacer preguntas como ésta (y lo hace). En los años posteriores he sido un papá que se queda en casa, un papá que trabaja, un papá casado, un papá solero y un padrastro. En cada uno de estos roles, he tratado de descubrir cuál era mi papel y esperaba que mi participación marcara la diferencia en la vida de mis hijos.
Entre tanto, han surgido una gran cantidad de estudios científicos sobre la paternidad, y nos dicen que los padres sirven de mucho en roles tradicionales y no tradicionales. Para más información vea el informe clínico actualizado de la American Academy of Pediatrics (AAP): El rol de los padres en el cuidado y el desarrollo de sus niños: El rol de los pediatras.
Papá comprometidos = efectos positivos en los niños
Los efectos positivos de la participación de los padres empiezan antes del nacimiento. La madres que cuentas con padres que participan son más propensas a recibir cuidado prenatal temprano y tienen menos probabilidad de partos prematuros, y sus recién nacidos tienen menos probabilidad de sufrir de mortalidad infantil. Después del parto, los padres pueden apoyar la lactancia y su participación en el cuidado o método canguro ayuda a calmar y a dormir bien a los recién nacidos.
En la niñez, la participación de los papás contribuye al desarrollo del lenguaje y los niños que tienen padres comprometidos desde el comienzo tienen protección contra los problemas mentales y del comportamiento. Las buenas noticias continúan a través de los años adolescentes, cuando la participación de los padres se asocia con la reducción de comportamientos de alto riesgo a índices más bajos, a la protección contra el embarazo en los adolescentes, la depresión y mejoras en el desarrollo cognoscitivo. En su totalidad, el panorama de la niñez se ve mucho mejor cuando los padres participan en la vida de los niños.
Los tiempos cambian
Dados todos estos efectos positivos, lo que es aún mejor es que la participación de los padres en la crianza de los niños ha aumentado dramáticamente desde los días en que yo era el único padre sentado con mi niño pequeño a la hora de las lecturas infantiles en la biblioteca local.
- Entre el 2003 y el 2012, el número de padres que se quedan en casa con los niños ha aumentado extraordinariamente de 98.000 a 189.000.
- Los padres en el 2011 han más que duplicado la cantidad de tiempo que invierten en labores domésticas y en el cuidado infantil desde 1965.
Seamos honestos: en la era donde “los padres saben qué es lo mejor para sus niños”, muchos padres estaban sólo tratando de adivinar.
Ambos padres aportan puntos fuertes (ventajas) diferentes
Cuando nos preguntamos quién es mejor papá o mamá, la respuesta es “sí”. Ambos padres aportan diferentes puntos fuertes a la familia. Los papás, por ejemplo, tienden a jugar con sus niños de una manera más estimulante y vigorosa lo que despierta reacciones diferentes en los niños. No quiere decir que no lean, se acurruquen con los niños o curen sus heridas pequeñas con besitos, pero los papás tienden a ser más bulliciosos y les gusta explorar a la hora de la diversión. Los papás son importantes no porque son como las mamás, sino porque son algo diferentes.
Los desafíos para mantener a los papás participando en la vida de los niños
Debido a que un 40 % de los nacimientos son de parejas no casadas, muchas familias enfrentan la dificultad de mantener a los papás activos en la vida de los niños. La tendencia fuera del matrimonio tradicional está correlacionada con un aumento de los padres que no residen con sus niños. Pero mientras que 1 de cada 6 papás no vive con sus niños, sólo una fracción muy pequeña, del 1 al 2 %, nunca ven a sus niños. En la mayoría de los casos el buscar formas para que los niños y los papás interactúen los ayuda a ambos y conduce a mejoras cuantificables en el rendimiento académico, el bienestar emocional y la adaptación conductual del niño.
Papás sanos, niños sanos
No debe sorprendernos que la salud del padre afecta la salud de su familia. La depresión de los padres tiene consecuencias negativas en la salud mental de las madres y los niños. Los médicos reconocen ahora que la depresión posparto afecta también a los papás, y están comenzando a hacer evaluaciones para detectarla. En cuanto a lo positivo, los padres que mantienen un peso saludable pueden guiar a los niños también a tener un peso saludable ya que el peso corporal de los padres se correlaciona con la obesidad y el sobrepeso en la infancia. Y los padres que se vacunan contra la Pertussis (Tdap) pueden prevenir un 16 % de casos de tosferina.
Licencia de paternidad: ¡Los padres también necesitan este tiempo!
Las corporaciones y los gobiernos están comenzando a reconocer el papel crítico que tienen los padres en la salud mental y física de sus familias y se están dando cuenta más de cómo estos beneficios contribuyen al éxito de la compañía e incluso de la nación. Muchas naciones industrializadas exigen tener una política de licencia para padres y han logrado que el 90 % de los padres se tomen algo de tiempo después del nacimiento de sus niños.
¡Ahora sabemos para qué son buenos los padres!
Entre más exhortemos a los padres a compartir sus talentos únicos con sus familias, mejor nos beneficiamos todos.