La maternidad es una etapa muy bonita. Traer una nueva vida al mundo es una de las experiencias que más llenan el alma y además tiene muchos más beneficios para la madre. Es cierto que la salud de la mujer se resiente durante la gestación y parto, pero un nuevo estudio sugiere que a largo plazo tener muchos hijos ayuda a reducir los síntomas del envejecimiento.
Contrario a lo que se piensa
Hay quien cree que el embarazo y la maternidad quitan años de vida: noches sin dormir, estrés porque el niño esté bien siempre, dolores varios de la gestación, etc. No es de extrañar que ante tantos síntomas se crea que la salud de la mujer se pueda resentir durante este proceso y posteriormente.
Sin embargo un estudio realizado por la Universidad Simon Fraser sugiere que no, que la maternidad contribuye a evitar los síntomas del envejecimiento y que a más niños, menos efecto tienen estos para la madre. ¿Los motivos? Las mujeres que realizan más alumbramientos tienen telómeros más largos que aquellas que nunca han parido o que lo han realizado en una sola ocasión.
Los telómeros son los elementos que se presentan al final de cada columna de ADN y que protegen a los cromosomas del desgaste y otros daños que pueden afectarles. Cuanto más largos sean estos, más seguros estarán los genes y con ello los síntomas del envejecimiento serán menores que en los casos donde esta cadena sea más corta.
Estrógeno como antioxidante
Para comprobar su teoría este grupo de investigadores analizaron los datos de dos comunidades en Guatemala. Un total de 75 mujeres participaron en este estudio durante un total de 13 años en los que se siguió de cerca el nivel de partos y el estado de sus telómeros a través de pruebas como muestras de saliva y revisando sus cadenas de ADN. El objetivo era comprobar si la maternidad había influido de alguna forma en el desgaste de sus cadenas genéticas.
Al terminar la investigación los datos corroboraron la teoría de los de responsables del estudio. Cuantos más niños habían tenido las mujeres, más largos eran sus telómeros. Por cada hijo nacido, esta zona de la cadena de ADN era 0,059 unidades más larga. Con este incremento se retrasaba el acortamiento que provoca que se deje de proteger los cromosomas, haciéndolos vulnerables a los daños, lo que evidencia el proceso de envejecimiento de nuestras células con el paso del tiempo.
Entre las causas de esta reducción de los síntomas del envejecimiento se valora el aumento de los estrógenos de la madre durante el embarazo. “El estrógeno actúa como un potente antioxidante que protege las células contra el acortamiento de los telómeros”, explicó Pablo Nepomnaschy, autor principal de este estudio, quien añade que este trabajo abre las puertas a otros que profundicen en cómo afecta la gestación a la mujer.
Damián Montero