El pezón es el factor esencial para la lactancia materna, el cual es un proceso natural que muchas mamás añoran cuando tienen a su bebé. Este momento más allá de crear una conexión especial entre madre e hijo, le da las posibilidades al niño de preparar su organismo contra los virus y bacterias del mundo exterior.
Aunque los especialistas recomiendan la lactancia, no a todas las mujeres se les facilita. Entre los muchos factores que influyen están los tipos de pezón, pues las peculiaridades de cada uno ayudan a que el bebé tenga un mejor agarre al comer y a la mamá, a que sepa cómo cuidar de esta parte de su cuerpo si decide amamantar a su hijo o si puede presentar problemas para hacerlo.
De acuerdo con ginecólogos y pediatras existen 5 tipos de pezones. A continuación describimos las características de cada uno.
Este lo tiene un gran número de mujeres. Se identifica porque sobresale varios milímetros de la areola y porque se realza con facilidad ante estímulos como el estado de ánimo, la lactancia o la temperatura. De todas las formas de pezón, esta es una de las que más favorece la lactancia.
También se distinguen dos subtipos de pezones normales:
Este simplemente es más corto de lo normal. Parece imperceptible pues sobresale muy levemente de la areola y si está relajado, se confunde con ésta. Sin embargo reaccionan a los estímulos como un pezón de tipo normal, por lo que no suelen dar problemas a la hora de dar el pecho al bebé.
Durante el embarazo o la lactancia, las mujeres con pezón plano pueden notar que el pezón cambia de tamaño. Aún así, no es un cambio permanente pues después de esta etapa recuperan su forma habitual.
Este pezón es el que más complica la lactancia materna debido a su forma. A simple vista, este tipo de pezones se asemejan a los hoyuelos ya que está hundidos dentro del seno. Esto se comprueba cuando se intenta estimular pues se hace más profundo. Aunque el defecto puede corregirse con cirugía, no se recomienda hacer ningún tipo de procedimiento si antes no se han revisado los senos y los pezones exhaustivamente.
También existen varios tipos de pezones invertidos. En este caso, se clasifican por las complicaciones que presentan.
Se caracteriza porque la mujer tiene los dos pezones diferentes. Lo común es que un seno tenga el pezón normal y en el otro seno, un pezón invertido en cualquiera de sus grados. Si la lactancia se complica, el ginecólogo y los otros médicos tratantes deben hacer recomendaciones para que la mujer lacte por el seno y el pezón con menos dificultades.
En cualquier caso, las dificultades en la lactancia materna deben ser consultadas desde su aparición. Así, no se afectará la nutrición del bebé y tendremos pautas o alternativas que ayuden a superar las complicaciones.
Redacción Pediatría y Familia