Cuando un niño presenta hiperactividad o problemas de conducta, un especialista puede aportar una solución tras examinar al menor e indicar un tratamiento conveniente al respecto. Pero, ¿y si este diagnóstico fuera erróneo? ¿Y si se estuviera procediendo con el niño de una forma que no corresponde?
Esto es lo que plantea Paloma Méndez de Miguel, neuropsicóloga clínica, quien se refiere a algunos casos del diagnóstico de hiperactividad en niños.
“Una de las causas que provoca la falta de atención en los más pequeños y que hace que estos no tengan una conducta adecuada es la hiperactividad, TDAH“.
En los últimos años han aparecido multitud de técnicas que hacen que los especialistas puedan detectar de forma más fácil este desorden neurológico. Sin embargo en ocasiones este problema se diagnostica de forma errónea.
“En ocasiones se da un sobrediagnóstico y nos encontramos con pequeños con un problema de conducta o con dificultades cognitivas de otra índole que son inadecuadamente etiquetados de TDAH“, afirma Paloma Méndez.
La especialista recuerda además que se deben dar conjuntamente tres síntomas para diagnosticar este trastorno: déficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad.
Los padres deben estar atentos al comportamiento de sus hijos para valorar si estamos ante un caso de TDAH. Estas son algunas de las señales que deben ser tenidas en cuenta por los progenitores:
Fuente: Hacer Familia