Amor de Mamá: ¡el mejor!

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l amor que sientes por tu hijito no es simplemente intelectual o cultural, como podría ser tu amor por otras personas, sino que forma parte de tu ser.   

A lo largo de los años, los científicos y especialistas en desarrollo infantil han descubierto detalles fascinantes acerca de esta conexión natural entre padres e hijos. Sus hallazgos nos ayudan a comprender por qué nos volvemos verdaderos “adictos” a nuestros bebés y por qué seguimos amando profundamente a nuestros hijos a medida que crecen, a pesar de sus berrinches, pleitos y discusiones. 

El vínculo que tienes con tu hijo cambiará con el pasar de los años, pero su importancia no disminuye nunca. 

10 formas de crear el vínculo madre-hijo

1.- La lactancia materna. Sí, además de los muchos y muchos beneficios físicos y psicológicos que tiene la lactancia materna tanto para el bebé como para la madre, debemos añadir que dar el pecho fomenta el vínculo materno filial. Cuando tu bebé está comiendo de tu pecho siente latir tu corazón y tú sientes el suyo; él aprende tu olor corporal y se ponen en marcha los beneficios del ‘piel con piel’.

2.- Mira al bebé a los ojos. Cierto es que el bebé no ve nítido cuando está recién nacido, pero es positivo que le mires a los ojos durante periodos largos de tiempo para que, en el momento en el que los suyos ‘comiencen a funcionar’, vea los tuyos. Esto le ayudará a saber, aún sin tener conocimiento, quién eres.

3.- Los móviles, mejor lejos. Vale, sí, el teléfono es una genial herramienta de comunicación que nos ha ‘salvado’ en multitud de ocasiones en las que necesitamos llamar a alguien o recibir una llamada. No hay dudas de ello. Sin embargo, hay momentos en los que mejor que esté lejos* y uno de ellos es aquel en el que estás con tu pequeño. Disfruta de él y deja los mensajes para después.

4.- El espejo. En la revista norteamericana ‘Parents’ dan algunos consejos para crear el vínculo entre la madre y el hijo y uno de ellos es mirar juntos al espejo. Aunque los bebés aún no entienden el concepto de ‘reflejo’, no importa: comienzan a distinguir caras y siempre se ven a sí mismos junto a su familia. Un aprendizaje que se queda grabado.

5.- Escucha su corazón. El latido del corazón, ¿puede haber algo más bonito? Párate un momento en silencio, pega a tu bebé a ti y sentid muntuamente cómo os late el corazón. Es mejor que la música.

6.- Papás que se quieren. Sed cariñosos entre vosotros. Los bebés notan desde el mismo momento en el que son concebidos si están en una familia que se quiere y se lo demuestra. No dejéis pasar las pequeñas oportunidades de ser románticos, ¡aunque el bebé os dé mucho trabajo! Lo agradeceréis.

7.- Piel con piel. Después de llevar al bebé dentro de la barriga durante nueve meses, tanto la mamá como el pequeño podéis echar de menos esa conexión. Ponerte a tu bebé sobre el pecho es una forma de recordarla y de enseñar al recién nacido a regular su respiración y el latido de su corazón.

8.- Responde a sus llantos. Especialmente en los tres primeros meses de vida, el bebé necesita saber que estás ahí para él. Párate y recuérdaselo. Cógelo cuando llore y enséñale, poco a poco, a calmarse.

9.- Ten un horario. Los horarios son esenciales en la vida de los bebés, y lo son desde que nacen. Ellos no saben cuándo es hora de comer y cuándo es el momento de dormir, y es algo que tú debes enseñarles. Esto ayudará, además, a que puedas adelantarte a sus necesidades: cuando le enseñas una rutina, además de tener una vida ordenada, podrás saber que a una hora determinada el pequeño duerme, por lo que te prepararás para ello.

10.- Habla con tu bebé. Otro punto esencial es hablar con el bebé. Las mamás pasan mucho tiempo solas cuando el permiso de los papás se ha acabado y no hay problema en charlar con el recién nacido. Además de consuelo para ti, él aprenderá cuál es tu voz.

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