Si has notado que hijo no se queda quieto, se mantiene en movimiento, le cuesta prestar atención a lo que se le está diciendo y en el colegio su rendimiento va por debajo del de los demás niños, puedes intentar chequear que tan coinciden estas actitudes con las de tu hijo:
– Se distrae con facilidad y olvida lo que debe hacer
– Tiene falta de concentración, por o que le cuesta realizar una misma actividad por un largo tiempo.
– Es un niño que se mantiene en movimiento, se mantiene activo todo el tiempo.
– Se le hace difícil culminar una tarea que haya iniciado. – Permanecer en un a silla sentado se le hace complejo.
– Presenta conductas de carácter destructivo
– Es impulsivo y se precipita mucho en sus actos
– Mueve los pies, manos y el cuerpo sin un objetivo claro.
– Puede estar aburrido o inquieto sin razón aparente.
– Tiene falta de atención, en ocasionas parece no escuchar.
En caso de que tu hijo sea mayor de 7 años y hayas chuleado la mayoría de las afirmaciones, que te presentamos anteriormente, es momento de visitar un especialista como un psicólogo infantil con el fin de que el te ayude a determinar finalmente si el niño padece un trastorno de déficit de atención o hiperactividad.