Categorías: Niños

Consejos para proteger la privacidad de tus hijos en las redes sociales

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os importantes medios de comunicación coinciden en lo mismo: los padres tienen la obligación de proteger la intimidad de sus pequeños en las redes sociales y los pequeños tienen derechos que no pueden ser vulnerados.

El periódico El Mundo comienza un articulo planteando lo siguiente: ¿Ha caído en la cuenta de que la foto de su perfil de WhatsApp, esa donde aparece su hijo, es accesible para cualquier persona que tenga su número de teléfono, sea un familiar o no? Parten de una reflexión de Albert Gimeno, director y cofundador de la ONG Padres 2.0, cuyo lema es que «el mejor filtro parental para los niños en internet son sus padres». Porque mucho se habla sobre la necesidad de educar a jóvenes y adolescentes en la importancia de ser conscientes de que toda huella en internet va configurando su identidad digital. Pero, ¿y cuando son los propios padres los que crean la identidad digital de un menor?

También entrevistan a Ricard Martínez, presidente de la Asociación Profesional de Privacidad (APEP), quien les dice «si usted sube fotos o etiqueta a sus hijos en internet está contribuyendo a crear la identidad digital del menor». La opción de redes sociales como Facebook de crear un «álbum de recuerdos» para el hijo, con la posibilidad de etiquetar sus fotos bajo su nombre, ahonda en esta cuestión.

La historia periodística continua “Sobre el problema que esto puede suponer alerta el director del Aula de Infancia y Adolescencia de la Universidad Politècnica de València, Vicente Cabedo Mallol. ¿Hay algo de malo en publicar las fotos de los cumpleaños de tu hijo año tras año? Lo cierto es que «se va configurando una identidad digital de esa persona, que de mayor puede no estar de acuerdo con la imagen que de él o ella se proyectó en internet». Y el daño, entonces, «ya estará hecho».

Más adelante, Gimeno les explica con un ejemplo concreto:«Imaginemos que no conocemos la identidad de los hijos del ciclista Lance Armstrong, sancionado de por vida por dopaje. ¿Qué ocurriría si el ciclista etiquetara en Facebook a sus hijos? ¿Se trasvasaría la mala reputación a sus hijos? ¿Serían señalados públicamente (audiencia planetaria) como ‘los hijos del ciclista dopado’? ¿Por qué exponerlos de ese modo y con qué utilidad?».

Y, si aun así hay quien puede considerar que se trata de una prevención exagerada, Gimeno remite a la vida real: «Para verlo más claro pensemos en la vida off-line: etiquetar a mi hijo/a sería similar a ponerle un cartel en la frente con su nombre y apellidos, lo que evidentemente atraería multitud de miradas hacia el menor de cualquier persona que se lo cruzara».

En palabras del presidente de APEP, «si se etiqueta la foto del menor en el espacio de un tercero se estarán haciendo dos cosas: la primera, identificando al menor y la segunda, asumiendo las reglas de privacidad del tercero y, por tanto, permitiendo que cualquier otra persona relacionada con el mismo obtenga información sobre el menor».

Como agrega Cabedo Mallol, las fotografías pueden también acabar circulando en la red sin control de sus primeros propietarios. Y quién sabe si pueden caer en manos de alguien que las use con «fines no lícitos».

Sin llegar a este extremo, tampoco hay que perder de vista que cada me gusta en una red social va definiendo la personalidad de un usuario. Información y datos que nutren campañas de marketing, recuerda el profesor de la Universitat Politècnica. «La gente no es muy consciente de que la identidad digital la estás construyendo cuando subes fotos a internet o haces comentarios en Twitter… que luego incluso pueden acabar perjudicándote profesionalmente».

Por su parte la Revista Ser padres ofrece algunos consejos para manejar este asunto.

“Desetiquetando” el pasado

Muchos jóvenes, de estre 18 y 22 años, estarían encantados, según manifiesta Verónica Rodríguez Orellana, “de desprenderse de todas las etiquetas inherentes y derivadas de su presencia en Internet. Es el caso de jóvenes que han cambiado mucho de su niñez a su juventud y que prefieren olvidar la etapa cuando eran introveritidos, aparecían vestidos acorde a los gustos de sus padres, tenían sobrepeso… rasgos que no desean recordar cada vez que se conectan a Facebook”.

Para hacerlo el usuario puede solicitar su eliminación completa en las distintas redes sociales ateniéndose al derecho de intimidad.

– En Facebook. Cada imagen que se publica en esta red social ofrece la opción de “reportar foto” y se puede pedir a la otra persona que elimine las fotos no deseadas. También se puede denunciar el caso a Facebook siguiendo estos pasos: enviar un email al servicio de soporte (info@support.facebook.com), denunciar el contenido a la red social en una página habilitada para recibir reclamaciones sobre la vulneración de los derechos de privacidad, compartir la experiencia con la comunidad de ayuda de la plataforma y, finalmente, denunciar en la página de infracciones de las condiciones de Facebook.

– En Instagram. El proceso es más sencillo. Con las “Photo Options” el usuario puede decidir “Hide from my profile” (esconder la imagen de su perfil) y, en más opciones (“More Options”), encontrará la posibilidad de “Remove me from Photo” (eliminar la etiqueta de la foto) y “Report Inappropiate (denunciar como contenido inapropiado).

– En Twitter. Se puede dejar de seguir al usuario o bloquearlo y además Twitter ofrece un formulario para denunciar este tipo de comportamiento o contenidos. En él es importante marcar la opción “Estoy siendo mencionado directamente”.

– En Google, como buscador, desde la sentencia del Tribunal Constitucional de la UE en mayo, los usuarios pueden recurrir al derecho al olvido y solicitar que el buscador borre contenido que atenta contra su intimidad a través de un formulario dedicado a esta finalidad.

FUENTES: El Mundo/Hacer Familia -Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Verónica Rodríguez Orellana, directora y terapeuta de Coaching Club

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