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os chupones pueden ser benéficos para los bebés porque su uso está relacionado con un riesgo menor de síndrome de muerte súbita del bebé (SIDS por sus siglas en inglés), aunque no se sabe al cierto por qué. Sin embargo, a partir de los 6 meses, los chupones se vuelven menos útiles y se transforman, más que nada, en una costumbre.
Algunos médicos aconsejan quitarle el chupón a tu hijo entre los 6 y 12 meses, sobre todo si tu bebé tiene propensión a las infecciones de oídos.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) y la Academia Estadounidense de Médicos Familiares recomiendan limitar o eliminar el uso del chupón después de los 6 meses para reducir el riesgo de que tenga infecciones de oídos. A partir de esa edad, el uso del chupón está ligado a un amento y no a una reducción en esta clase de infecciones, sobre todo entre los niños de 2 a 3 años de edad.
Sin embargo, hay cierta flexibilidad en esta regla. Muchos niños usan chupetes hasta que entran el preescolar, y normalmente abandonan ellos solitos el hábito entre los 2 y 4 años.
Para estos niños, el chupón es un objeto de transición, o sea, les ayuda a aliviar el estrés y a adaptarse a situaciones difíciles, como entrar a una guardería nueva o enfrentar un largo viaje en automóvil. Si el chupón le reconforta mucho a tu hijo, permítele que lo siga usando por más tiempo.
Pero si no ves en tu hijo ninguna señal de que quiera dejar el chupón, llegará el momento en que tendrás que quitárselo tú cuando tenga entre 3 y 4 años. El uso prolongado del chupón puede hacer que los dientes frontales superiores se muevan hacia el labio, ocasionando problemas dentales.
No hay evidencia de que los chupones causen daño permanente a los dientes, los cuales por lo general regresan a la posición normal después de algunos meses sin chupón. La mayor preocupación es con relación a los dientes permanentes, que empiezan a salir entre los 4 y 6 años. Si tu hijo sigue usando el chupón a esa edad, conviene mencionárselo al dentista para que le examine los dientes y la mandíbula.
Y aunque tu hijo no tenga muchas infecciones de oído ni el dentista le encuentre otros problemas, es bueno pensar en quitarle pronto el chupón, ya que muchas veces no es fácil dejar este hábito.
Algunos expertos creen que los chupones pueden interferir en el desarrollo del habla. Si tu bebé tiene el chupón en la boca todo el tiempo, tendrá menos oportunidades de balbucear y practicar el habla, o el chupón podría distorsionar su forma de hablar.
Cuando llegue el momento de quitarle el chupón a tu hijo, hazlo de forma gradual. Muchos padres encuentran útil empezar limitando el uso del chupón durante el día, para después pasar a la noche. Comenzar una nueva rutina para dormir también puede ayudar.