A punto de cumplir 8 años, mi hija mayor me ha pedido espacio. ‘Mamá, quiero que me dejes hacer cosas a mí sola’. Para ella, según me explicó, es cuestión de confianza y, aunque no me esperaba escuchar esta frase tan pronto -para mí sigue siendo mi pequeña-, he decidido poner un poco de tierra de por medio y acceder a su petición. Estas son las cosas que dejo que mis hijas decidan hacer por sí mismas.
La importancia de educar a niños independientes
Cuando tus hijos son bebés, quieres que crezcan porque piensas que todo va a ser más fácil y llevadero, pero según van pasando los años te das cuenta de que en esa etapa en la que no pueden expresar sus preferencias, todo es más simple, ya que somos los padres quienes elegimos por ellos y no hay ningún tipo de discusión, negociación o malas caras. Cuando tus hijos son bebés, las cosas pueden ser difíciles, porque os tenéis que ir adaptando unos a otros, pero también, aunque cueste creerlo, son bastante sencillas.
A medida que crecen y comienzan a forjar sus propias identidades y opiniones (algunas molestas para nosotros), puede ser ardua tarea dejar de lado ese control que hemos ejercido durante tanto tiempo, porque ya lo tenemos incorporado a nuestra propia rutina. Pero criar a un niño independiente es importante para que cuando sea adulto pueda ser capaz de enfrentarse a un mundo en el que continuamente hay que tomar caminos y direcciones y lo haga con seguridad en sí mismo y sin dudar.
6 cosas que dejo que mi hija haga por sí sola
Reconozco que me cuesta, porque siento que poco a poco se va separando de mí, abre sus alas y vuela ella sola, pero también sé que cuando eche la vista atrás, pensaré que era lo mejor para ella. Y mientras yo me retuerzo por dentro e intento mantener apagado mi deseo por controlar todo, dejo que mi hija tome esas decisiones de bajo riesgo que pueden ayudarla a ser un adulto con criterio, independiente y autónomo. ¿A qué cosas me refiero?
1. Vestirse
De lunes a viernes, mi hija lleva uniforme, así que poco más se puede añadir a cómo tiene o quiere ir vestida cada mañana, pero cuando llega el fin de semana todo cambia. Yo, en función del plan que realicemos ese día, escojo un modelito u otro, pero ya he dejado de hacerlo, porque según saco la ropa del armario tengo que volver a colocarla porque a ella no le gusta mi opción. Ella prefiere combinar colores, estampados y tejidos sin tener en cuenta las modas, ¡ella tiene su propio estilo y no seré yo quien no le permita desarrollarlo!
2. Peinarse sola
En lo referente al peinado, ella innova cada día para ver qué es lo que mejor le queda y le hace sentir bien. Así pasamos de llevar una coleta alta, a ponerse una cinta rollo ‘street style’ o a pedir que le haga una trenza (todavía está aprendiendo) que le da un aire más dulce y aniñado. A mí me gusta de todas las maneras y ella es feliz probando peinados. ¡Todos contentos!
3. Ducharse ella misma
Quizás es de las cosas que más me ha costado, por el hecho de que se resbale y se dé un golpe en la cabeza, pero ella casi que me lo ha exigido y… ¡ya tiene 8 años! En el momento de bañarse, Elena se crea su propio spa, con mascarilla de pelo incluida, y solo me llama para que le acerque la toalla. Hay veces que noto que quizás no se ha lavado bien la cabeza, pero no pasa nada, ¡ya aprenderá!
4. Elegir sus propios amigos
Nunca me gustó que mis padres me dijeran con quien tenía o con quién no tenía que ir, así que ahora que soy madre intento no cometer el mismo error. Mi hija tiene su BFF desde la guardería y continúa unida a ella desde entonces, y yo me alegro. Los únicos dos consejos que le he dado en este aspecto es que no se cierre a conocer a más niños y niñas porque que cuanta más gente, ¡más diversión!, y que si alguien le hace daño o le trata mal, ¡es que no es un amigo de verdad!
5. Apuntarse a las extraescolares que quiera
Tengo que admitir que aquí estoy un poco dividida, porque hay cosas que considero que son innegociables, como es reforzar el aprendizaje de un idioma, y, por otro lado, creo que las extraescolares son una lúdica forma de que los niños vayan descubriendo qué cosas y qué cosas no les gustan hacer o se las da bien. Por eso en casa, papá y mamá les hemos ‘obligado’ a ir a clases de inglés, pero también hemos hablado de aquello que a ellas les llama la atención para fomentarlo, en este caso, la natación y el baile.
6. Prepararse su mochila para el colegio
Si hay algo que me molesta mucho es que alguien fisgonee en mi bolso, lo que viene a ser la mochila para mi hija. Y es que, además de llevar sus libros, ella mete ahí sus pequeños objetos más personales e íntimos, que comparte con sus compañeras de colegio: sus notas en su minidiario, sus objetos de apego…
Sé que de todas estas cosas, algunas las hará mejor que otras, pero todas ellas le ayudarán en su desarrollo y en su autoestima. Y tú, ¿qué haces para fomentar la autonomía de tus hijos?
Guía Infantil | Lidia Nieto