La adquisición de las primeras palabras es uno de los hechos más relevantes en el desarrollo del niño. Sin embargo, hay niños en los que el lenguaje se desarrolla más tarde. Pero, ¿qué pasa si el niño tiene 3 años y todavía no habla? Aquí veremos algunas de las posibles causas y soluciones.
Prevención y señales de alarma si el niño de 3 años no habla
Es importante que en cada una de las revisiones periódicas con el pediatra exponga sus dudas e inquietudes acerca del lenguaje y el habla de su hijo. Él sabrá orientarle sobre lo que debe hacer.
Además, a continuación aparecen algunos aspectos que pueden denotar que su hijo presenta un retraso en el área del lenguaje.
– Su hijo no emite frases de forma espontánea, sólo asociada a actos o en imitación.
– Repite sonidos y palabras, pero no utiliza el lenguaje oral para comunicarse.
– No usa el lenguaje oral para expresar sus necesidades.
– Tiene dificultades para seguir instrucciones simples.
– Es difícil entender lo que dice.
En caso de que su hijo presente alguno de estos aspectos, contacte con un especialista del lenguaje para que lo evalúe de forma exhaustiva.
Causas que provocan retraso en el lenguaje
Existen diferentes aspectos que pueden provocar alteraciones en el desarrollo del lenguaje de los niños:
– Alteraciones del sistema orofacial, como por ejemplo, un frenillo lingual corto, que limitará la producción de determinados fonemas.
– Discapacidad auditiva. Esto provoca que el niño no tenga una retroalimentación, por lo que puede causar un retraso en esta área.
– Otitis frecuentes.
– Escasa estimulación por parte del ambiente.
– Anticipación o indiferencia ante las demandas del niño.
Tratamiento para niños con retraso en el habla
Para poder intervenir en esta patología, es necesario en primer lugar, llevar a cabo una valoración exhaustiva. Los aspectos que se deben evaluar son los siguientes:
– Nivel de comprensión.
– Capacidad de expresión espontánea.
– Utilización de lenguaje no verbal como sustituto al lenguaje verbal: gestos.
– Su capacidad de articulación de los sonidos del habla.
– Capacidad de discriminación auditiva de los fonemas.
– Valoración exhaustiva de los órganos del habla: lengua, labios, mejilla, paladar…
Una vez hecho esto, el logopeda planificará la intervención centrada en las necesidades de cada niño para poder tratarlo de forma adecuada.
Pronóstico ante un retraso en el habla
El pronóstico es variable, dependiendo de cada caso, aunque suele ser favorable. Sin embargo, es importante tener en cuenta que son niños que pueden presentar dificultades de aprendizaje, principalmente relacionados con el área de la lectura y la escritura. Por ello, es importante intervenir de manera temprana para evitar posibles complicaciones posteriores.
Como en todas las patologías, la implicación de la familia es esencial. Por ello, es importante que los padres participen de manera activa en el proceso de tratamiento del niño. Algunos aspectos importantes son los siguientes:
– Fomente el diálogo en situaciones de la vida cotidiana.
– Atienda las demandas del niño. De esta manera, se verá motivado para seguir utilizando el lenguaje.
– No anticipe lo que el niño quiere decir. Déjele que se exprese de manera autónoma.
– Proporcione al niño modelos de habla adecuados.
– Utilice el juego para estimular el lenguaje del niño.
Si tiene la sospecha de que su hijo puede presentar un retraso en el lenguaje, no dude en contactar con su logopeda más cercano. ¡Él sabrá qué hacer!
Guía Infantil | Cristina Arroyo Fernández