Los bebés transmiten y se comunican siempre. Se dice que, a los 18 meses, entienden cerca de 20 palabras, a los dos años ya entienden hasta 50 o más palabras e incluso pueden mezclarlas en pequeñas oraciones.
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública|Pediatría y Familia
A medida del crecimiento, los niños van desarrollando su capacidad de habla. En su etapa pre lingüística o no verbal, llamada así precisamente porque no hay palabras. Los sonidos, aproximaciones, balbuceos, llantos y sonrisas son la primera etapa donde ya se empiezan a comunicar, y dura más o menos hasta los doce meses, antes de que aparezca el lenguaje.
Durante ese tiempo, gestos y sonidos revelan el estado de ánimo del bebé, así como distintas necesidades de comer, dormir, beber, cambio de papales y tener contacto físico. Los bebés transmiten y se comunican siempre. Se dice que, a los 18 meses, entienden cerca de 20 palabras, a los dos años ya entienden hasta 50 o más palabras e incluso pueden mezclarlas en pequeñas oraciones.
Sin embargo, a cada bebé hay que darle su tiempo para que comience a hablar, no es recomendable presionarlo para que lo haga. Lo que sí puedes hacer es ayudarlo para que este proceso comience de manera óptima en sus primeros años de vida.
En su proceso de evolución entre el balbuceo y las primeras palabras, los niños empezarán, poco a poco, a imitar más sonidos de lo que dicen sus padres y a relacionar la información que les está dando su entorno sobre un objeto con el mismo. Es allí cuando comienza el lenguaje comprensivo entre objetos y acciones, un tip básico será empezar por expresiones como -Alcánzame el tetero. -Ve por la pelota, lo que ayudará a que el niño relacione ordenes simples además de palabras.
Es importante fomentar la conversación, intentando que las preguntas que hagas no sean respondidas únicamente con un sí o un no. ¿Qué hiciste? ¿Con quién? Son preguntas adecuadas para afianzar la confianza del habla. Leerle su cuento favorito, después de un tiempo, le ayudará a saber varias frases de este y cuando se lo estés leyendo, procura hacer pausas, para que sea él quien continúe.
Otro tip de imprescindible será el uso de los juegos de palabras. Si vas con tu hijo por la calle y ves animales u objetos, puedes señalarlos y pedirle a tu hijo que te diga cómo se llaman. Este juego debe ser constante para que se vuelva un hábito y ayudará a identificar un objeto en particular y con el paso del tiempo permitirá asociar dicho objeto a funciones.
También el niño o niña se debe motivar a tener conversaciones telefónicas. El uso del teléfono ya sea de manera real o a modo de juego le permitirá desarrollar su capacidad para hablar y así mismo que quiera hacerlo más a menudo, intentando copiar el papel del adulto.
Recuerda siempre estimular su capacidad y acompañarlo en este proceso para corregir o aplaudir las palabras que vaya conociendo poco a poco, sin embargo, no olvides que son solo algunos tips, el cariño, la seguridad y la afectividad además de las nuevas palabras, gestos y expresiones de cariño, sin duda son el mejor medio para el desarrollo y maduración de su lenguaje.
Redacción Pediatría y Familia