Redacción Pediatría y Familia
El concepto de inteligencias múltiples surgió con las hipótesis del psicólogo estadounidense Howard Garner. En la actualidad, la teoría de las inteligencias múltiples se ha consolidado, gracias a la evidencia científica. Desde su aparición, pediatras y terapeutas siguen conociendo los tipos de inteligencia, sus manifestaciones y cómo descubrir cuáles de ellas serán los predominantes en los pequeños.
Esto no quiere decir que un niño no desarrolle su inteligencia con normalidad. Todos los infantes, a cierta edad, ya deben desenvolverse en todas las habilidades. Sin embargo, como se sabe desde hace muchos años, existe cierta predilección por algunas de ellas.
La teoría de las inteligencias múltiples, ahora extendida a los centros educativos, da cuenta de 8 tipos principales. En la revista Pediatría y Familia te contamos cuáles son y cómo se identifican en nuestros hijos.
Clasificación de inteligencias múltiples
Estas son las inteligencias que Howard Garner describió en su tesis. El orden en que aquí se describen, no significa que tengan una relevancia mayor, ya que cada inteligencia es muy importante en la evolución intelectual de los menores.
Inteligencia lógico-matemática: Los padres o hijos a los que se les facilitan los números, se sentirán reconocidos en este grupo. Estas personas son las que utilizan con mayor frecuencia el pensamiento deductivo e inductivo en su vida cotidiana. Necesitan de la linealidad para resolver los problemas del día a día, acoplarse a sus rutinas y un poco, predecirlas. Además, son excelentes a la hora de hacer cálculos, medir distancias e ingeniarse sus propias fórmulas.
Inteligencia espacial: Estas personas logran crear un modelo 3D mental de su propio mundo. La facilidad para crear las imágenes mentales y ubicarse en la vida real, son las características de este tipo de inteligencia. Son grandes detallistas, prestan atención a la composición visual de su entorno, convirtiéndose en excelentes fotógrafos o arquitectos, ya que logran reproducir con gran precisión lo que ven en su mente.
Inteligencia lingüística: Las personas con habilidades para aprender idiomas, entenderlos y estudiarlos son las que componen el grupo de la inteligencia lingüística. Se caracterizan por aprender a hablar y leer con rapidez, adquirir vocabulario con facilidad y comprender textos escritos, conversaciones difíciles (para la edad). Por lo general, a estos niños se les dice que parecen más maduros de lo que en realidad son.
Inteligencia intrapersonal: De acuerdo con los especialistas, este tipo de inteligencia es el que nos permite conocernos a nosotros mismos. Gracias a ella, los seres humanos somos capaces de identificar nuestras virtudes, defectos y metas.
A largo plazo, descubrir qué tipo de personas somos nos favorece al momento de revisar nuestras actitudes y evaluar el nivel de nuestra disciplina personal.
Inteligencia interpersonal: Este tipo de inteligencia está muy desarrollada en personas empáticas. Se refiere a la capacidad de establecer relaciones con otros seres humanos, responder y reconocer los sentimientos de los demás. También permite identificar los problemas ajenos y las soluciones posibles para resolverlos.
Inteligencia naturalista: Esta es la habilidad principal de los biólogos, botánicos y otras personas que trabajen con la naturaleza. Se reconoce por el interés del niño en los animales, insectos y plantas. Gracias a la continua observación de la naturaleza, estas personas identifican fácilmente los problemas en los entornos, disfrutan de los espacios al aire libre y prefieren la vida lejos de las ciudades.
Inteligencia musical: Los niños y personas que tienen desarrollada esta inteligencia, son aquellos que responden muy bien al ritmo y los sonidos. Les encanta bailar, cantar, tocar algún instrumento y moverse de acuerdo con los ritmos que escuchan en su día a día. Por ese motivo, aprenden muy bien acordes musicales y eligen lecturas o canciones que se acerquen a los sonidos que les llaman la atención.
Para los padres es esencial reconocer las fortalezas de su hijo. De ninguna manera se les debe forzar a aprender estas habilidades en un orden específico, ya que el pequeño tiene sus propias predilecciones.
