Redacción Pediatría y Familia
La creatividad puede definirse como la capacidad de desarrollar y expresar el potencial humano desde diferentes áreas: cognoscitiva e intelectual (del conocimiento y el pensamiento), volitiva y conductual, y afectiva. Esto se resuelve dentro de un ambiente favorecedor del pensamiento libre, sin juicios ni condicionamientos de las características anteriores.
La educación busca metodologías que permitan desarrollar las cualidades y competencias del individuo en general, y del niño en particular, desde un ambiente facilitador del pensamiento libre, con herramientas que puedan ponerse a su disposición para el descubrimiento de nuevas formas de uso y búsqueda de alternativas a la solución de un problema o de una situación dada. Desde diferentes disciplinas se ha llegado a tratar la parte inconsciente del cerebro como propulsora de la creatividad.
¿Cómo cultivar la creatividad desde la infancia?
La familia, como primer grupo de interacción social del ser humano, es un medio especial y único que puede favorecer o dificultar el despertar de la creatividad.
Si la cultura que se crea en una familia tiene las características de ser una familia abierta, tolerante, con gestos de aceptación y amor incondicional en el niño, éste será invitado a explorar por sí mismo, a reflexionar, a conquistar su autonomía haciendo cosas por sí mismo y resolviendo dificultades; lo que le ayudará a resolver conflictos, a establecer relaciones de confianza y cariño, y a adquirir un autoconcepto positivo con una autoestima ajustada, capaz de afrontar situaciones nuevas, adaptarse a las normas y crear otras nuevas desde la empatía y el respeto hacia sí mismo y a los demás, y aprender de las dificultades y errores con cierta tolerancia a la frustración.
Al igual que en la escuela, donde el niño comienza a convivir con sus iguales y otros adultos. Se da cuenta que no es necesario tener las mismas ideas para llevar a cabo una tarea, ni la misma lógica en su forma de pensamiento para resolver problemas. Aprende que con la creatividad descubre mejor su entorno y a quienes le acompañan, y es un ser creativo y creador, que no existe una misma realidad para todos, y que varias opciones pueden ser válidas. Esto se da gracias a la creación de un espacio y un ambiente que defienda la tolerancia, el conocimiento y aprendizaje a través del descubrimiento y la expresión libre de interpretaciones desde sus movimientos, expresión plástica (dibujo) y expresión comunicativa acorde a unas normas básicas de convivencia y respeto. Para ello, el docente debe incentivar el pensamiento creativo, y desde el juego es una buena puerta de entrada.
Recursos que favorecen la creatividad
El juego
El juego ayuda a distenderse, a sentirse libre de condicionamientos, a aprender disfrutando de lo que se experiencia, y a generar buen humor. El buen humor está directamente conectado con el desarrollo cerebral de la creatividad, y ayuda a recordar mejor lo que se vive. También incita a la espontaneidad, a la intuición, a la fantasía, la capacidad de análisis, a conocer nuevas perspectivas, y las experiencias positivas con otras personas que formarán parte de nuestra memoria emocional.
La música
La música activa el pensamiento lateral, lo que permite combinar diferentes áreas de nuestro cerebro para enriquecer el área más racional con el intuitivo. La música es universal, activa diferentes estamos de ánimo y con las diferentes emociones que experimentamos podemos adoptar posturas diferentes ante una misma situación, invirtiendo estructuras anteriores y generando cambios.
El dibujo
El dibujo como expresión también ha sido un medio muy estudiado, los dibujos desde edades tempranas son los mismos en niños de diferentes países o culturas, con distintos niveles económicos y con diferentes recursos a su alcance. De hecho, se estudia una evolución del dibujo, y en concreto de la figura humana en la infancia, con una notable evolución de los 3 a los 6 años. Si permitimos expresar a través del dibujo es aconsejable permitir un dibujo libre, sin tratar de interpretar aquello que el niño expresa, ya que no estará ni bien ni mal hecho, será su obra, su expresión. Con valoraciones desde nuestra interpretación estaríamos enviando mensajes que condicionarían la forma de expresarse del niño, y por lo tanto de cómo ve su realidad, para adaptarse a la aprobación del adulto, y no de su propio desarrollo personal.
Otros
También podemos emplear otros sencillos recursos, como la escritura creativa, la expresión corporal, la lectura creativa, las metáforas y paradojas, las preguntas reflexivas y provocativas, y la visualización. La visualización es muy útil en niños, ya que poseen gran capacidad imaginativa de crear escenarios diversos de realidad en los que pueden resolver conflictos y alcanzar un nivel de bienestar de forma natural, a la vez que les ayuda a entrar en calma y convertirles en niños más reflexivos y flexibles en la búsqueda de alternativas.
Las cualidades que favorecen la creatividad
Según Torrance (1978), basándose en la educación escolar y familiar son:
1. La curiosidad
2. La flexibilidad
3. La confianza en sí mismo
4. La sensibilidad hacia los problemas que ocurren a su alrededor
5. La creatividad
6. La redefinición de problemas y situaciones
7. La originalidad
8. La capacidad de perfección, no conformismo
Como conclusión, la clave de la creatividad es la motivación para hacer algo creativo. Lo que lo hace más divertido. Deberíamos educar disfrutando, y disfrutar mientras educamos.