El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad auntoinmune crónica, un tipo de patología que se produce por un trastorno en nuestro sistema de defensa, de tal forma que los anticuerpos atacan a los tejidos y a los órganos.
Afecta en mayor medida a mujeres, africanos y asiáticos y posee una prevalencia de entre 4 y 250 casos por cada 100.00 habitantes. Además, los hijos de enfermos de lupus tienen un 10% más de posibilidades de padecerlo.
Lupus en los niños y jóvenes
El lupus no suele considerarse una enfermedad propia de la edad infantil, sobre todo enmenores de 5 años, pero en realidad, la sufren más niños y adolescentes de lo que realmente se cree.
La Lupus Foundation of America estima que hasta 10.000 niños padecen esta dolencia en Estados unidos, cerca de 3.000 en Argentina y, en cifras del Institut Ferran de Reumatologia de Barcelona (IFR), 1.000 casos diagnosticados en España. Tiene mayor incidencia que la leucemia infantil.
Síntomas del lupus en los niños
Actualmente se desconoce el origen de esta enfermedad e incluso en muchas ocasiones se confunde con otras dolencias como esclerosis múltiple o artritis reumatoide.
Los niños que padecen lupus presentan síntomas muy diversos, hasta el punto de que no hay dos casos iguales. Se consideran como los síntomas más frecuentes el dolor de músculos y articulaciones y una fatiga extrema, según explica la Federación Española de Lupus (FELUPUS). Otros signos habituales son problemas en los riñones, dolores de estómago, llagas en la boca, eritemas en las mejillas y pérdida de peso y cabello.
Aunque esta enfermedad es crónica, existen periodos de remisión en los que los niños enfermos no presentarán ningún síntoma. Se debe tener cuidado cuando se produzcan las crisis o recaídas, la re activación de la patología, ya que puede afectar a diversos órganos y requiere ser controlada por un especialista.
Tratamiento del lupus en niños
El tratamiento en los niños y adolescentes es muy parecido al de los adultos. Los expertos del IFR aconsejan, en primer lugar, evitar los factores que favorezcan la aparición de una crisis, como las dietas ricas en sal o la exposición al sol.
Los corticoides son los fármacos utilizados para contrarrestar las crisis de lupus, aunque si se produce un daño en los riñones, también se suministran inmunosupresores.
Las enfermedades crónicas e irregulares como el lupus son difíciles de manejar para los padres de niños enfermos. Por este motivo, es importante intentar explicar a los pequeños la importancia que tiene mantener la medicación y el seguimiento médico, siempre con mucha paciencia, cariño y comprensión.
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