De acuerdo con un estudio liderado por la Universidad Queen Mary de Londres, los niños prematuros tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticados con trastornos de déficit de atención e hiperactividad y tienen un menor rendimiento en tareas de memoria y velocidad de procesamiento comparado con los niños nacidos a término.
En el estudio se compraron los niños prematuros extremos (<28 semanas), muy prematuros (28-33 semanas) y prematuros tardíos (34-36 semanas), con los niños nacidos a término (=37 semanas) en diferentes etapas de su desarrollo: 2-4 años (edad preescolar), 4-11 años (primaria), 11-18 años (secundaria) y en mayores de 18 años (educación superior).
La profesora de la Universidad Queen Mary de Londres y líder del estudio, Shakila Thangaratinam, ha señalado que “los efectos del desarrollo de la prematuridad persisten más allá de la infancia más temprana. Los individuos, las organizaciones y los servicios que participan en el cuidado a largo plazo de los niños deben tener en cuenta la edad gestacional en el momento del parto cuando realicen evaluaciones de los niños y tomen decisiones sobre su atención sanitaria y educativa”.
Se calcula que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros en todo el mundo y cerca de 35.000 sólo en España (7,4 por cada 100 nacimientos). Entre las complicaciones más graves que pueden sufrir los niños a corto plazo se incluyen los problemas respiratorios, las infecciones y la hemorragia cerebral. A largo plazo estos niños tienen un mayor riesgo de padecer trastornos cognitivos, motores y de comportamiento.