Niños alérgicos a la picadura de abeja o avispa.
En lugares con mucha vegetación o donde existen aguas estancadas es muy normal encontrar colmenas y panales de abejas y avispas. Suelen tener más actividad en épocas de calor y sobre todo al atardecer.
Existen varias especies de avispas. Las más comunes anidan en pequeñas colmenas y aparecen en cuanto sacamos la merienda de los niños, estamos en la piscina o hacemos un picnic. Suelen tener un aguijón afilado y después de picar varias veces siguen viviendo. Las abejas tienen un aguijón en forma de arpón que queda clavado en la piel junto con el veneno y parte de los intestinos de la abeja, por lo que mueren después de picar.
Cómo tratar al niño con una picadura de abeja o avispa
Lo primero que demos hacer si al niño le ha picado una abeja es extraer el aguijón sin presionar en la bolsita del veneno para no introducir más. El tratamiento ante una picadura de avispa o abeja depende si la reacción es local o generalizada:
– La reacción local se manifiesta con hinchazón, enrojecimiento y dolor en la zona de la picadura. El tratamiento pasa por limpiar la zona con agua y jabón e incluso se puede aplicar amoníaco o bicarbonato diluidos para neutralizar el veneno. También se pueden aplicar compresas frías en la zona y debemos evitar que el niño se rasque. Dependiendo del grado de hinchazón le podrían recetar un antihistamínico y corticoides.
– La reacción generalizada provoca malestar general, dificultad para respirar, inflamación intensa incluso en zonas donde no se han recibido picotazo, urticaria, estornudos, mareos, bajada de tensión e incluso pérdida del conocimiento. Se conoce como reacción anafiláctica. Si el niño tiene estos síntomas se debe acudir de inmediato a urgencias y administrarle en el momento adrenalina y antihistamínicos y corticoides si se dispone de ellos.
Cómo evitar que una avispa o una abeja piquen a un niño
Muchas veces los niños salen corriendo o intentan espantar a abejas y avispas, sin embargo conviene hacer todo lo contrario:
– Permanecer calmado y moverse lentamente sin aletear los brazos.
– No tirar piedras u objetos a panales de abejas ni tampoco acercarse demasiado.
– Mantener la comida tapada hasta que la comamos y no dejar bebidas dulces abiertas a su alcance.
– Evitar pisar descalzo y sacudir la ropa antes de vestir al niño.
Cómo saber si el niño es alérgico al veneno de la picadura de abeja
Si el niño ha recibido en un determinado momento una picadura de abeja o avispa y ha tenido una reacción intensa local o ha llegado a padecer un episodio de anafilaxia ha de ser evaluado por un alergólogo.
Los niños que sean alérgicos al veneno de abejas y avispas deberán llevar siempre consigo un botiquín con adrenalina autoinyectable, corticoides y antihistamínicos orales. Los niños han de saber cómo autoadministrarse la adrenalina si son lo suficientemente mayores o los padres estar entrenados para hacerlo en caso de que sean pequeños.
El tratamiento que se les da a los niños alérgicos es la inmunoterapia específica que pasa por inyectar al niño el mismo veneno en pequeñas dosis para generar una inmunidad. Se realiza a lo largo de 5 años y el niño está protegido durante más de 10 años.
Guía Infantil | Alba Caraballo Folgado