Por: Redacción Pediatría y Familia
Uno de los signos más destacados del crecimiento infantil es descubrir que nuestro pequeño comienza a hablar. Por supuesto, al inicio no nos preocupa que no sean palabras largas, ni oraciones compuestas así que la pronunciación es un aspecto al que no se le presta demasiada atención. Sin embargo, si notamos que el niño crece y se le dificulta pronunciar algunos sonidos, podría tratarse de rotacismo.
El rotacismo es el nombre médico que nombra la dificultad de pronunciar la ‘r’ en algunos niños. Para los terapeutas encargados de tratar este problema de pronunciación, es un evento muy común que se soluciona con ejercicios en el 99% de los casos, tanto en niños como en adultos. Si tu hijo presenta esta dificultad, no significa que esté afectado por un retraso psicológico o físico en su desarrollo.
De acuerdo con los fonoaudiólogos, no existe una única causa que produzca este problema de pronunciación. Pero, la mayoría de niños con rotacismo lo presentan por las siguientes causas:
– Problemas de frenillo lingual: En estos casos, el frenillo de la lengua es muy corto y no permite su correcta elevación a la hora de pronunciar.
– Paladar ojival: El niño tiene el paladar más elevado y angosto, por lo tanto la lengua no puede apoyarse adecuadamente en él cuando se pronuncia la ‘r’.
– Hipotonicidad: El niño no tiene la suficiente tonicidad muscular en el área orobucofonaria. Por ese motivo, no logra controlar los músculos de esa zona corporal.
Es muy importante que consultemos a nuestro especialista si creemos que nuestro hijo padece de rotacismo. Éste evaluará al niño y hará las mejores recomendaciones para que esta dificultad se supere con éxito.