¿Deberes sí, o no? Este es un debate que desde hace tiempo lleva presentándose en el ámbito de la educación. ¿Es la mejor forma de afianzar conocimientos tras las lecciones del colegio o se les está restando un tiempo a los más pequeños que podrían emplear en otras actividades? En esta última postura se afirma la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, CEAPA.
De hecho, en un comunicado reciente, CEAPA pide a Educación que recapacite de cara a la Semana Santa. Este organismo solicita que durante este periodo vacacional los niños queden exentos de deberes y puedan disfrutar al máximo de un más que merecido descanso. Un reclamo que se hace el entender que estas actividades no se relacionan con el éxito escolar.
La postura de CEAPA es clara. A su entender, tras implantación de la LOMCE y el cambio de currículo se ha incrementado el tiempo que los menores han de dedicar en casa a realizar las tareas escolares tras el colegio. Esta posición entiende que esto se traduce en el hecho de que la escuela no responde adecuadamente a las necesidades educativas de sus alumnos
CEAPA remite a las quejas de las familias, que afirman que sus hijos quedan sobrecargados por los deberes y aluden a problemas en su día a día. Tensiones entre padres, madres e hijos, o un incremento de patologías como dolores de cabeza, dolores de espalda, malestar abdominal y mareos, tal y como advierten de la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Por ello, CEAPA pide a los padres que defiendan el derecho a sus hijos, que ellos entienden que no se está respetando. El de descansar y el de no incluir los deberes en las vacaciones de sus hijos, descartando así todos los problemas que se relacionan con ellos:
– Los deberes no están relacionados con el éxito escolar.
– Los deberes, lejos de fomentar el desarrollo integral de la persona, forman parte de la herencia dañina de un método pedagógico obsoleto basado en la memorización y en la repetición de contenidos.
– Provocan desigualdades sociales. La calidad de ejecución mejor o peor de los deberes depende del nivel socioeconómico y cultural de su entorno. Mientras unas familias intentan ayudar a sus hijos e hijas, otros recurren a clases particulares o academias y otros muchos no tienen ni el nivel educativo ni el dinero para poder pagar esos apoyos. Además, los deberes en muchos casos cuentan en las calificaciones y el no hacerlos puede ser motivo de sanción.
– Crean tensiones entre padres y madres e hijos e hijas. Además, muchas veces, se quedan sin jugar y realizar otras actividades por tener que hacer los deberes, lo que genera más rechazo. Es cierto que los niños y niñas tienen que aprender cuáles son sus obligaciones, pero los deberes no son el vehículo para ello, ni tampoco pueden ser el motivo que les haga perder su tiempo
– Constituyen un problema en la conciliación familiar al no disponer de tiempo para la supervisión del trabajo fuera del colegio.
– Los menores necesitan tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, que también contribuyen a su desarrollo personal.
Si la postura de CEAPA es contraria a los deberes, otras entidades como la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos, CONCAPA, aboga por su permanencia. Esta entidad entiende que los deberes “son necesarios para afianzar lo aprendido en el centro educativo, aunque deben ser proporcionados y acordes con el nivel educativo del alumno”.
Eso sí, CONCAPA entiende que en todo caso, siempre deberían ser consensuados entre las familias, los centros y los profesores, En cualquier caso, bajo su punto de vista, no se debe alentar a las familias a no respetar y cumplir las normas, pues se estaría haciendo un flaco favor a la educación y a la sociedad.