Aunque para algunos padres, la presencia de sangre es motivo de preocupación, ciertamente las hemorragias nasales pocas veces son motivo de alarma. Son frecuentes en niños entre los 3 y 10 años de edad, y suelen ser causadas por la calidad del aire, o por haberse hurgado la nariz. Generalmente, las hemorragias se detienen por sí solas y se pueden tratar en casa.
Ahora bien, si las hemorragias se presentan con frecuencia pueden indicar una afección grave que requeriría de consulta pediátrica. En los casos de los niños que sufren de alergias crónicas o que son muy propensos a contraer virus como el de la gripe, las heridas de las hemorragias no cicatrizan bien, haciendo más frecuentes las hemorragias.
Extrema las medidas para prevenir las hemorragias nasales: mantén las uñas del niño cortas, mantén húmedo el interior de la nariz del pequeño y prevenlo de las lesiones en los juegos al aire libre o en la práctica de algunos deportes.