Se trata de una disfunción que afecta principalmente a las adolescentes y mujeres adultas. Ocurre cuando un tejido diferente al endometrio, actúa como si lo fuese y crece fuera de útero, sea en los ovarios, las trompas de falopio, la superficie externa del útero o en los ligamentos que lo sostienen.
Es una enfermedad crónica que requerirá un diagnóstico y manejo terapéutico distinto a lo largo de su vida.
El inconveniente se agrava debido a la poca importancia que se le da a las revisiones ginecológicas y a todos los síntomas fuertes durante la menstruación (dolor fuerte y constate, sangrado abundante, irregularidad en el periodo).
La normalización de los dolores menstruales y la irregularidad del periodo, retrasan la valoración objetiva del especialista. Muchas adolescentes acuden a consulta con síntomas similares pero que no están relacionados con la endometriosis, sin embargo, se recomienda que ante la mínima sospecha de padecerla, se acuda a consulta.
En un principio, el médico puede tratar a la paciente con analgésicos e iniciar un tratamiento hormonal para reducir el sangrado y aliviar los dolores. Ahora bien, si después de 6 meses de medicación la sintomatología no cede, lo más probable es que el médico recomiende realizar una cirugía laparoscópica.
Este procedimiento no cura del todo la endometriosis, pero, junto al tratamiento hormonal, se puede controlar el dolor y retrasar el avance de la endometriosis.
Los dolores de vientre durante la menstruación pueden controlarse desde casa de la siguiente manera: