Alimentarse en forma saludable significa comer una variedad de alimentos para que su hijo reciba los nutrientes (como proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales) que necesita para un crecimiento normal. Si su hijo come una gran variedad de alimentos básicos en forma regular, estará bien nutrido.
¿Por qué mi niño no come sus comidas?
Los niños pequeños rechazan los alimentos por diversas razones: desinterés, preferencia por la autoalimentación, aparición de los dientes, enfermedad y a veces por hábitos alimenticios. Los bebés alimentados con alimentos blandos durante demasiado tiempo pueden volverse muy exigentes. Por tanto, los bebés pueden querer alimentarse predominantemente con alimentos dulces tales como fruta y no con alimentos tales como los vegetales.
Los niños tienen estómagos pequeños así que pueden llenarse fácilmente con la merienda, la leche u otras bebidas. Evita alimentar a tu pequeño demasiado cerca de una comida principal, evita la comida chatarra y ofrécele cosas como la leche después de una comida.
Algunos niños no se adhieren a nuestras opiniones sobre los hábitos alimenticios, prefiriendo suplir sus necesidades nutricionales en sólo un par de comidas al día. Algunos incluso tienen una comida principal en el almuerzo y apenas tocan su cena. Todo esto es muy normal y un buen consejo es nunca obligar a un niño a comer ya que puedes inducir una asociación negativa y duradera respecto a ésta. No obstante, sigue ofreciendo alimentos saludables en las horas habituales y permítele elegir. Sé paciente, persistente y consistente.
¿Qué puedo hacer para fomentar una alimentación saludable?
Una de las herramientas realmente valiosas que tienes como padre es el control sobre el medio ambiente: qué ocurre en el hogar, cómo ocurre, su regularidad, dónde ocurre y quién está involucrado. Como dice el Dr. Phill: esta es ” la moneda” que puedes usar para mantener las cosas en buen camino.
Tú diriges la cocina, así que úsala. Haz que los niños participen en la preparación y cocción de los alimentos. Enlista a tus pequeños ayudantes para que pelen, corten (con ayuda), viertan, revuelvan, laven, pongan la mesa, etc. y siempre supervisa y asegura que el ambiente sea seguro. Enseña a tu pequeño sobre la limpieza. Mi hijo se molesta al ver una verdura, pero me ayuda a rallar el calabacín que ponemos en un pastel, lo mezclamos, lo cocinamos en el horno y se lo come una vez está preparado.
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Cultivar tus propias verduras es otra manera fantástica de hacer la comida divertida, además puede ser muy estimulante para los niños. Incluso si no tienes jardín, hay un montón de cosas que puedes hacer. La mayoría de los niños se sorprenderán de ver crecer una zanahoria o una papa o ver como se abren los brotes de frijoles. Sé creativo e involucra objetos cotidianos como un carro de juguete viejo, una matera rota o una vasija pintada a mano para sembrar tus alimentos.
Otras cosas a tener en cuenta: sé coherente, evita las distracciones (como la televisión y juguetes), sé persistente y trata de estar relajada durante esta fase. Puede que también tengas que ser astuta para obtener “cosas buenas”. Importante: nunca te rindas y siempre ofrece alimentos saludables. Una vez que comienzas con la comida chatarra no hay vuelta atrás.
Los hábitos alimentarios de la familia determinan lo que tu niño aprenderá y disfrutará comer. A continuación te presentamos algunas maneras para que puedas limitar la grasa y el colesterol en tus dietas: