Se considera que el bebé o el niño tiene diarrea si hace deposiciones más veces de las que come.
“La diarrea infantil puede ser aguda, prolongada o crónica. También puede estar causada por la alimentación, por infecciones o por medicamentos“.
Generalmente, las diarreas no son graves. Su mayor peligro es la deshidratación, la cual es muy importante evitar. Si la diarrea, tanto en bebés como en niños, no mejorase en 2 días, es recomendable consultar al pediatra.
Si la causa es la gastroenteritis infecciosa, principalmente se deben de reponer líquidos y sales minerales que el bebé va perdiendo por las heces. Además, la nutrición deberá de ser correcta ayudando con ella a que el bebé se anteponga a la infección.
“Para evitar que el bebé se deshidrate habrá que ofrecerle líquidos constantemente y en estos casos, de ser necesario, funciona muy bien el suero oral”.
Si la gastroenteritis es producida por bacterias el pediatra normalmente optará por tratar al bebé con antibióticos. Para los casos graves por deshidratación está el tratamiento con suero endovenoso.
“Es importante que los padres no le den antibióticos por su cuenta“. El médico sólo los recomienda en niños bajos de defensas, lactantes muy pequeños con sangre y moco en las heces o si el análisis de las cacas detecta alguna bacteria.
Los medicamentos antidiarréicos de venta libre pueden ser ineficaces o potencialmente peligrosos. Consulta al pediatra o a tu gastroenterólogo pediátrico antes de usar antidiarréicos de venta libre.
“Si un bebé tiene diarrea y se alimenta con lactancia materna, las tomas deberán de repetirse en menor tiempo para evitar su deshidratación”.
Por: Dr. José Santiago | Gastroenterólogo Pediátrico