Es normal que no sepamos cómo actuar frente a los cuidados de un recién nacido, especialmente si somos padres primerizos, por eso, te hablamos sobre los errores más comunes que se suelen cometer a la hora de curar el ombligo de los bebés.
La llegada a casa y enfrentar los cuidados solos, sin el acompañamiento de médicos especialistas, puede hacerte sentir un poco “fuera de base”, sin saber que está bien, que está mal o cómo proceder con exactitud.
De por sí, la pinza que ubican los doctores sobre el ombligo del bebé ya tiende a generar algo de impacto, además de que te repetirán muchas veces la importancia de la adecuada higiene de la zona, por lo que, tendrás muy presente en tu mente estas recomendaciones haciendo que sientas más presión de la que se siente al llegar con un bebé por primera vez a casa.
Como madre podrás oír cientos de consejos de técnicas para cuidar esta zona, las abuelas, por ejemplo, solían acudir a algunos tipos de fajeros o esparadrapos, sin embargo, hoy se sabe que no son muy convenientes, pues pueden ocasionar lesiones sobre la piel del bebé al ser tan sensible, o incluso pueden generar hernias o dificultad para respirar por la presión, además ¿Quién puede estar cómodo con una faja?
Como en todos los procesos de crecimiento de tu pequeño, el amor y la paciencia serán claves para superar cada etapa juntos.
Eso que escuchas de que crecen muy rápido es completamente cierto, así que no dudes en disfrutar cada instante, aprendiendo juntos y sin cuestionarte.
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