Xerosis cutis, el nombre que recibe este padecimiento común en bebés y niños, significa sequedad anormal de la piel.
Este nombre viene de la palabra griega “xero” que quiere decir seco. La resequedad, característica de esta anomalía, causa alteraciones en la piel, lo que resulta en una piel débil, propensa a irritación, alergias e infecciones. Además, la xerosis cutis o xerosis cutánea se considera como una de las causas más comunes de picor infantil.
Otros de los síntomas que se presentan en un caso de xerosis son: piel seca y escamosa -especialmente en las extremidades-, piel que se siente tirante -sobre todo después de tomar un baño-, escamas blancas, aspecto agrietado y enrojecimiento en las áreas con mayor resequedad y picor.
La piel seca se asocia a una disminución de aceites en la superficie de la piel, una situación causada por factores ambientales y asociadas, en la mayoría de casos, a la falta de agua que requiere su organismo para estar hidratado al 100%.
Por otro lado, ciertas actividades o condiciones pueden contribuir con la aparición de la resequedad en la piel de bebés y niños. Entre ellas encontramos las siguientes:
Como este trastorno cutáneo puede ser provocado por la rutina cotidiana, algunos comportamientos caseros pueden ayudar al niño a superar esta molestia. Como especialista, estos son algunos factores que pueden disminuir o incluso, desaparecer un brote de xerosis en nuestro hijo:
La piel seca en niños puede ser una condición que se llama dermatitis atópica, también conocida como eczema. Si la resequedad es persistente, se manifiesta con mucho picor y enrojecimiento en las áreas donde doblan las extremidades, el dermatólogo puede ayudarle.
En la mayoría de casos, recetarán ungüentos o cremas con aceites hidratantes que restablecerán la normalidad en la piel del niño afectado con xerosis.
Por: Dra. Lillian Montalvo