La infección por esta bacteria en embarazadas puede conllevar secuelas neurológicas del bebé e incluso la muerte.
Listeria monocytogenes es el nombre científico de esta bacteria tan peligrosa. La listeria es una bacteria con mucho riesgo cuando provoca infecciones alimentarias debido a las siguientes características:
Como ves, sus características nos ayudan a entender por qué ha crecido con facilidad en un alimento como la carne mechada. Su principal hábitat es el suelo y la materia vegetal en descomposición. Aún así, la listeria se ha detectado en muchos otros lugares como:
Debido a su amplia distribución, este microorganismo tiene muchas oportunidades de contaminar alimentos en distintos pasos de la producción alimentaria, siendo ésta la vía más frecuente por la que adquiere la infección.
La infección por listeria tiene entre un 20% y un 30% de riesgo de muerte, recuerda este neuropediatra. “Es importante prevenir el contagio de listeria. Dado que la vía principal de contagio es la ingesta de alimentos contaminados, es fundamental poder evitar su consumo para prevenir la infección por listeria», apunta Fernández.
Listeria Monocytogenes se adquiere por vía digestiva a través de las células del epitelio intestinal. Desde dentro de esas células empieza a multiplicarse e invadir otros territorios. De esta forma, va pasando de célula a célula y se esconde para no llamar la atención del sistema inmunitario. Puede alcanzar cualquier órgano del cuerpo con este sistema.
La infección por Listeria en embarazadas es una enfermedad de alto riesgo. La listeriosis afecta al feto con gran facilidad y puede provocar complicaciones graves como abortos o secuelas neurológicas.
La listeria puede provocar meningitis o meningoencefalitis en individuos de riesgo como recién nacidos, ancianos o personas con las defensas bajas (inmunodeprimidos) como los que están en tratamiento con quimioterapia por ejemplo.
La mayoría de las infecciones por listeria en niños provocan síntomas de poca trascendencia imposibles de diferenciar de una gastroenteritis. Los más habituales son los siguientes.
En determinadas ocasiones, en niños con problemas en las defensas, esto se puede complicar de forma mucho más grave y provocar síntomas neurológico con afectación de las meninges y el cerebro.
¿A alguien le resulta plato de buen gusto pasar un infección digestiva? De este modo, estés o no embarazada, Fernández recomienda que sigas estas recomendaciones. Mucho más si tienes alguna situación de bajas defensas o tu hijo es especialmente frágil en este sentido:
Fuente: ABC