Estimular la audición de tu bebé tiene numerosos beneficios, entre ellos, le ayuda a hablar antes. Háblale, preséntale objetos que suenen y repite lo que diga tu bebé.
Aprende a utilizar el recurso de tu voz para llamar su atención con distintas voces, tonos, canciones y risas.
Desde el nacimiento, la voz de la madre le calma y le tranquiliza, igual que el latido del corazón, porque está acostumbrado a su musicalidad familiar, ya que diversos estudios han revelado que el bebé puede escuchar desde el útero materno.
Al principio, son las voces humanas los sonidos que más atraen la atención del bebé y es importante saber utilizar este recurso para llamar su atención con distintas voces, tonos, canciones y risas.
El oído es un sentido que recibe información sin que nosotros hagamos nada porque permanece “conectado” y no es preciso dirigirlo de forma consciente. Así que, durante el primer mes de vida, es aconsejable dirigirse al bebé siempre de frente.
La estimulación auditiva está estrechamente relacionada con la adquisición temprana del lenguaje y la comunicación. Una estimulación auditiva adecuada va a determinar que el niño pueda reconocer los sonidos del ambiente y responder a ellos.
Es importante alentar y reforzar sus emisiones mediante el juego vocal. Para ello, es recomendable aprovechar cualquier momento en el que el niño esté tranquilo y cómodo, para jugar hablando y cantando con él. Para ello, es importante realizar juegos o actividades que incluyan:
– Hacer ruido con campanas y sonajeros. Si lo escucha bien, el bebé dirigirá la cabeza hacia el sonido y cuando vea el aparato que hace ruido repite el sonido nuevamente.
– Repeticiones. Posibilitan que el bebé vaya reconociendo los sonidos y se gire cuando los escuche a su espalda.
– Acompañamientos. El sonido puede ir unido a otros estímulos sensoriales como la vista. Esto ayuda a que al escuchar un sonido pueda reconocer su procedencia.