La práctica de ejercicios en el agua durante el embarazo resulta ser bastante favorable para la madre, e incluso, permite llevar esta etapa de manera más conveniente.
La gestación supone un esfuerzo considerable para el cuerpo de la mujer, pues su organismo debe adaptarse al nivel cardiovascular, metabólico, hormonal, respiratorio y muscular.
Investigadores demuestran que las rutinas de ejercicio acuáticas durante el embarazo previenen el aumento de peso, diabetes gestacional y reduce las posibilidades de tener parto por cesárea. Además, inducen a la relajación y ayudan a controlar la respiración.
Y es que estas actividades resultan tener mayores ventajas frente a otro tipo de ejercicios al no disminuir la fuerza gravitacional.
Es importante que estos ejercicios se realicen bajo la supervisión de un especialista que pueda guíar las rutinas. Pero es importante saber que, en algunos casos, se pueden presentar una serie de señales que deben ser tenidas en cuenta durante las actividades.
Ante la presencia de alguna de estas señales, se debe suspender los ejercicios y consultar con el médico.
En resumen, el entorno acuático potencia las posibilidades de bienestar más allá de la natación convencional. Ten en cuenta que los beneficios no se manifiestan únicamente durante el ciclo de gestación, sino todo lo contrario, son beneficios a largo plazo, tanto para ti, como para tu bebé.
Fuente: NPunto