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El cáncer en la piel o melanoma se produce cuando los melanocitos (células en la piel que dan el color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control.
Aunque normalmente, las quemaduras solares suelen parecer una simple irritación temporal en la piel, estas pueden causar daños para toda la vida, especialmente si se han sufrido durante la infancia o adolescencia.
No es mentira cuando escuchamos decir que “la piel tiene memoria”, de la forma en que cuidemos la piel de los niños determinará la salud de su piel durante la adultez. Así las cosas, aplicar protector solar es un cuidado que no podemos pasar por alto, además el uso de gorras, gafas y ropa adecuada durante el día, y evitar la exposición al sol durante las 12 y las 16 horas.
Uno de los principales indicadores para descubrir el desarrollo de melanoma es la aparición de nevus o lunares. Estudios han comprobado que los niños que practican deporte al aire libre tienen más lunares que los demás infantes, ya que, la mayoría no toman las medidas de fotoprotección adecuadas.
Según un reporte publicado por medicinatv.com, la Dra. Ana Molina, dermatóloga de la Fundación Jiménez Díaz, ha destacó durante la presentación de la Campaña Fotoprotégete Bien que “es importante que los niños asuman la fotoprotección como parte de una rutina”, para lo que es fundamental la concienciación en edad escolar “para que, así como los pequeños saben que fumar puede causar cáncer de pulmón, sepan también que no protegerse del sol de forma adecuada puede desencadenar cáncer de piel”.
Si con las precauciones no fue suficiente, te contamos qué debes hacer si tus hijos han sufrido quemaduras solares:
Recordemos que el sol también es salud, no debemos verlo como un enemigo, pero debemos exponernos con responsabilidad, de como protejamos a los niños reducirá, de forma importante, el riesgo de padecer enfermedades en la piel.