Con relación a la guardería y los niños, cuando los niños están juntos, existe la posibilidad de que se propaguen las enfermedades. En especial si se trata de bebés y niños pequeños que suelen frotarse los ojos, meter sus dedos en la nariz, ensuciarse o tocar a otros niños.
Los virus viajan a través de muchos niños y los elementos -como juguetes- que están presentes en su día a día.
“Mientras los niños desarrollan en sus cuerpos la inmunidad contra múltiples infecciones, es normal que enfermen reiteradamente en sus primeros años de vida“.
En muchos centros de cuidado infantil y guarderías, el personal simplemente no puede cuidar a un niño enfermo. En otros, el niño se puede mantener cómodo en un área separada donde no puedan contagiar la enfermedad a los otros niños.
Mientras esperan a que los recojan, el niño enfermo que ha sido excluido debe estar apartado para que no tenga contacto con aquellos que no han sido expuestos a la infección.
Para reducir el riesgo de enfermedades en los ambientes de cuidado infantil, así como en las escuelas, el centro debe cumplir con ciertos criterios que promuevan la buena higiene.
Incluso con todas estas medidas de seguridad, es probable que algunas enfermedades se propaguen en un centro de cuidado infantil o guardería.
“En el caso de muchas infecciones, un niño puede contagiar a otros un día o más antes de tener los síntomas. Esta es otra razón por la que es importante lavarse las manos y las de su hijo con frecuencia”.
Usted nunca sabe si su hijo u otro niño está transmitiendo un virus o bacteria. Su hijo se enfermará en alguna ocasión cuando esté en el centro de cuidado infantil o guardería y necesitará regresar a casa.
Afortunadamente, no todas las enfermedades son contagiosas. En estos casos, no es necesario separar a su hijo enfermo de los otros niños. La mayoría de los medicamentos pueden ser programados para ser administrados solamente en el hogar.
“Si su hijo necesita tomar un medicamento durante el día, cerciórese de que el programa tiene procedimientos establecidos y personal capacitado para administrar el medicamento, y saben la hora y la forma de administración y la dosis apropiada, y mantienen un récord de cada dosis“.
De: La Asociación Americana de Pediatría – (AAP)