La edad en la que los niños empiezan a hablar puede variar, por lo que, compararlo con otros niños o esperar que lo haga en una edad en particular no es una buena idea.
Las primeras palabras que suelen ser en realidad algunos balbuceos, lograran de vez en cuando emitir un “papá” o “mamá” antes de su primer año. El gorgogeo y balbuceo serán entonces su forma de comunicación y se espera que esté en la capacidad de relacionar palabras con objetos como tetero, chupo o con personas como la mamá.
Entre los 12 y los 15 meses por lo general reconocen y utilizan más palabras y son capaces de responder a solicitudes como “pásame el juguete”
En promedio sobre los 18 meses de edad deben estar en la capacidad de pronunciar 20 palabras diferentes y es aquí donde deben motivarse sus esfuerzos por intentar comunicar algo no solo a través del habla sino de gestos.
Conocer que es normal y que no puede ayudarte a no entrar en pánico y por el contrario puedes aprender en que aspectos tu hijo necesita ayuda.
Lo principal es entender que los problemas del habla y lenguaje se reconocen cuando el niño es incapaz de expresarse o cuando su habla no mejora con el paso de los meses o años.
Cuando tiene 24 meses o más de 2 años pueden señalar partes de su cuerpo cuando las mencionamos (nariz, boca y ojos) y empiezan a crear frases.
Entre los dos y tres años debería crecer considerablemente su vocabulario y ser capaces de captar sencillas ordenas como poner algún objeto en otro lugar específico.
Si ves que tu hijo presenta algún problema, busca atención médica, especialmente si:
Un retraso en el desarrollo del habla se puede deber por ejemplo a un frenillo lingual que retrasa y dificulta su expresión, aunque los problemas auditivos también pueden retrasar el habla
La implicación de los padres es una parte importante para ayudar a niños con problemas en el habla o el lenguaje, por eso:
Reconocer y tratar un retraso del habla o el lenguaje lo antes posible es lo mejor para encontrar el tratamiento ideal y así poder ayudar a los niños.