La hipoglucemia (descenso abrupto de azúcar en la sangre) es el trastorno metabólico que se presenta con mayor frecuencia en los niños. Es considerado una urgencia médica por las complicaciones que se pueden presentar si no recibe el tratamiento adecuado y efectivo.
Según la Asociación Española de Pediatría, entre más pequeño sea el niño, mayores serán las demandas de glucosa en relación con las etapas posteriores de vida.
En un umbral más bajo, los síntomas neurocognitivos pueden provocar convulsiones, letargia y coma.
Puede deberse a demasiada insulina, retrasarse o saltarse comidas, no alimentarse con la cantidad adecuada o recomendada, hacer más ejercicio de lo habitual, diarrea y/o vómito, alteración de las fundiones de las glándulas suprarrenales, enfermedades congénitas, entre otras.
El diagnóstico se realiza emdiante tres alternativas.
Ante la mínima sospecha de los síntomas de hipoglucemia, es importante que el niño ingiera algún alimento con azúcar, ya sea un jugo de naranja, un caramelo, etc.
Es importante medir los niveles de glucosa frecuentemente y reconocer los síntomas de inmediato. Evita que salte comidas y que coma los alimentos suficientes.
Consulta con un especialista que permita generar como estrategia un plan de comidas que se adapte a los horarios y las actividades del niño.
Consulta al pediatra de inmediato cuando se presente la hipoglucemia con frecuencia, y cuando estos episodios sean graves.
Recuerda que el páncreas es el órgano encargado de equilibrar la producción de insulina en el cuerpo, de manera que es probable que la hipoglucemia pueda estar relacionada con algún problema de este órgano.