Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Por: Redacción Pediatría y Familia
Dr. Carlos Fernández-Maymí
Pediatra
Uno de los signos y síntomas más frecuentes a los cuales nos enfrentamos los padres en el hogar es la fiebre. La fiebre realmente no es una enfermedad por si sola, sino es una respuesta del propio cuerpo para combatir infecciones o inflamaciones en nuestro cuerpo. Por ende una persona sana debe responder a una de estos casos con una elevación de temperatura como respuesta de defensa.
La forma correcta de detectar fiebre en el hogar es con el uso de un termómetro y nunca confiar en la palpación como medida de determinar si hay o no fiebre. Existen múltiples tipos de termómetros (rectal, axilar, de oído externo, de la frente o arteria temporal), los cuales todos son adecuados, además de que los podemos adquirir en la mayoría de las farmacias, supermercados y más.
El medicamento preferido es el uso de acetaminofén, para lo cual hay múltiples presentaciones en el mercado (Tylenol, Panadol). Además de varias presentaciones como son las suspensiones orales y los supositorios. Las dosis de estos medicamentos están determinadas por el peso, para lo cual debemos leer las dosis recomendadas en los mismo medicamentos y preferiblemente debemos consultar con nuestro Pediatra para que el nos calcule la dosis adecuada.
Otra de las formas de tratar la fiebre en e hogar lo es el uso de medidas físicas. Como lo es el baño con agua templada, el uso de toallas mojadas y las bolsas de hielo.
En el caso de que se presente una convulsión por fiebre no pierda la calma. No se asocian a ningún daño temporero ni permanente. Proceda a bajar la temperatura con medidas físicas y con el uso de medicamentos a base de acetaminofén.
Una vez controle la convulsión deberá llamar a su Pediatra o referirse a la sala de emergencia del hospital mas cercano.
“Nunca debemos utilizar alcohol ni alcoholado pues son tóxicos que se absorben a través de la piel”.