La pediculosis (piojos) es un problema común que suele afectar a niños en edad escolar y a sus familias.
Hablamos de pediculosis cuando se produce una infestación por piojos, unos parásitos exclusivamente humanos de unos dos milímetros de longitud que se contagian de unas personas a otros, especialmente entre los niños de 3 a 11 años.
Además de contagiarse con facilidad, los piojos se reproducen muy deprisa y, aunque no viven más de un mes, en pocos días pueden poner suficientes huevos (liendres) como para que la infestación aumente en pocas semanas.
Si bien la pediculosis puede ser muy molesta, a día de hoy no provoca enfermedades graves; por ello en la mayoría de casos se puede tratar en el hogar, no obstante es importante acudir con el médico si es reiterativo o incontrolable. Puesto que en algún momento pueden transmitir infecciones.
Es muy usual que el tener piojos se relacione con falta de aseo o suciedad; sin embargo hay que aclarar que este no es un factor clave para el contagio de piojos, por el contrario entre más limpio está el cuero cabelludo, más vulnerable es al contagio
Los piojos viven aproximadamente 28 días. Se desarrollan en 3 fases: huevo (también llamado liendre), ninfa y piojo adulto.
Este ciclo se puede repetir cada 3 semanas si no se trata la pediculosis.
Los piojos son insectos que se arrastran. No pueden saltar, brincar ni volar. La manera principal en que se contagian los piojos es con el contacto cercano y prolongado entre una cabeza y otra.
El síntoma más común es picazón en las áreas donde los piojos están presentes. Sin embargo, puede tardar de 4 a 6 semanas después de que los piojos llegan al cuero cabelludo y antes de que el cuero cabelludo se vuelva sensible a su saliva y que comience la picazón.
La mayor parte de la picazón se produce detrás de las orejas o del cuello. Además, la picazón provocada por la pediculosis puede durar semanas, incluso después de que ya no haya piojos.
Una buena manera de detectar piojos antes de que tengan tiempo de multiplicarse e infectar la cabeza de tu hijo es realizando controles periódicos.
El lugar más fácil para encontrarlas es en la línea de cabello detrás del cuello o de las orejas. Las liendres se pueden confundir con muchas otras cosas tales como caspa, partículas de suciedad o gotas de fijador para el cabello.
La manera de diferenciarlas es que las liendres están firmemente adheridas al cabello mientras que la caspa, la suciedad u otras partículas, no.
Consulta con el médico de tu hijo antes de comenzar cualquier tratamiento contra la pediculosis. La manera más efectiva de tratarla es con un medicamento contra la enfermedad.
Los repelentes de piojos contra la pediculosis solamente se debe usar cuando no quedan dudas de que su hijo tiene piojos vivos. Recuerde, consulte con el médico de su hijo antes de comenzar cualquier medicamento contra la pediculosis.
Además, cuando se usan medicamentos contra la pediculosis, es importante hacerlo de manera segura. Aquí te damos algunas pautas de seguridad.
Recomendaciones importantes
Nunca uses productos peligrosos como gasolina o querosén ni medicamentos fabricados para el uso en animales. Además, no uses remedios caseros como la vaselina, la mayonesa, la margarina en pote, los aceites herbales o el aceite de oliva ya que no están científicamente probados y pueden producir más problemas que soluciones.