Muchas veces y sin ser conscientes de ello los padres dejan a sus hijos frente a una pantalla para que se entretengan o dejen de llorar, no obstante esta acción que a primera vista parece simple en realidad genera inactividad infantil, que es un factor de riesgo muy importante para la mortalidad global y las enfermedades relacionadas con la obesidad.
Según la OMS los bebés menores de 2 años por ningún motivo deben ver pantallas de forma reiterada, prolongada y sedentaria. Por otro lado el límite de exposición a pantallas para niños de 2 a 4 años es de una hora al día y si es menos, mejor.
Un niño que recibe una tableta para mantenerlo tranquilo mientras está sentado en una silla no está obteniendo ningún beneficio.
Lo que los bebés y los niños pequeños necesitan muchas actividades para aprender, como por ejemplo la interacción con las personas que los rodean; necesitan tocar las cosas, sacudirlas, tirarlas y lo que es más importante ver las caras y oír las voces de aquellos que más quieren.
Los estudios sugieren que si se ve la pantalla antes de los 18 meses de vida esto tiene efectos negativos durables en el desarrollo del idioma, destrezas de la lectura y memoria a corto plazo del niño; a su vez contribuye a problemas con el sueño y la atención.
Por ello acá te damos algunos consejos para evitar que los pequeños resulten afectados por la exposición constante a pantallas
Recién nacidos:
Para niños de 1 y 2 años:
Para niños de 3 y 4 años:
La doctora Juana Willumsen, una de las autoras de la guía de la OMS, considera que es poco probable que los niños muy pequeños obtengan algún beneficio de mirar sedentaria y pasivamente una pantalla.
Respecto a lo anterior el tiempo sedentario se debe convertir en tiempo de calidad. Leer un libro con tu hijo, por ejemplo, puede ayudarlo a desarrollar sus habilidades lingüísticas.