Enfermedades como el asma o la bronquitis son cada vez más habituales en los niños. Y según un estudio de la Fundación Española de Nutrición, los niños españoles consumen demasiados alimentos calóricos y apetitosos.
Son dos afirmaciones que parecen no tener nada en común, pero en realidad forman parte de una misma ecuación:
La investigación forma parte del proyecto Sendo (Seguimiento del Niño para un Desarrollo Óptimo) que tiene como objetivo analizar el efecto de la dieta y los estilos de vida en la salud del niño y del adolescente.
Los autores de este estudio señalan que las enfermedades pediátricas cada vez son más frecuentes en la población de edad pediátrica (de 0 a 14 años).
Es cierto que tiene una base genética, pero se sabe que hay factores externos como la exposición al humo del tabaco o la contaminación ambiental que aumentan el riesgo; y otros como la lactancia materna que tienen un efecto protector.
En el caso de la dieta, todo depende de lo que se coma.
Sin embargo, alertan los autores del estudio, en los últimos años se ha ido sustituyendo esta dieta por un patrón dietético occidental, menos saludable que el mediterráneo.
“Este cambio es particularmente evidente en niños y jóvenes, con una disminución en la ingesta de frutas y verduras y un aumento en la ingesta de productos animales y alimentos procesados y ultraprocesados”, subrayan.
Tal y como señalan los investigadores, los ultraprocesados son formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias extraídas de los alimentos (almidones, azúcares, etc.) o sintetizadas en laboratorios.
En definitiva, que son muy socorridos y a los niños les encantan.
Hay evidencia científica de que su consumo entre la población adulta se asocia a hipertensión, diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares, obesidad y depresión.
En el caso de las enfermedades respiratorias, los ultraprocesados se relacionan con el asma y otras patologías respiratorias en adultos y adolescentes. Su consumo durante el embarazo se vincula con riesgo de sibilancias posteriores en el niño.
Sin embargo, señalan los investigadores, son pocos los estudios que han analizado el consumo de ultraprocesados y el desarrollo de enfermedades respiratorias en la infancia. Y eso es justamente lo que han hecho.
Los investigadores analizaron el consumo de ultraprocesados en una muestra de 513 niños que respondieron cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos.
Los participantes también informaron sobre las enfermedades respiratorias que sufrían (asma, sibilancias y bronquitis recurrentes), así como sobre su exposición al tabaco, antecedentes familiares de asma o alergia y parto prematuro.
Analizando todos los datos, los investigadores comprobaron que un alto consumo de ultraprocesados:
A tenor de los resultados de este estudio, los investigadores no dudan en afirmar que existe un vínculo directo entre el consumo de ultraprocesados y las enfermedades respiratorias.
Un motivo de peso más para reducir este tipo de productos en la alimentación de los niños y optar por un patrón más acorde con la dieta mediterránea.
Fuente: Saber Vivir TV