Uno de los dolores de cabeza más comunes para los padres es la hora de dormir. Esto se debe a que cada bebé maneja un ritmo propio cuando está en el vientre de la madre, lo que puede dificultar sus rutinas cotidianas. Al menos, durante los primeros meses luego de su nacimiento. Por ese principal motivo, a un gran número de pequeños se les dificulta conciliar el sueño o dormir de corrido durante la noche.
Si bien los pediatras afirman que la mejor manera es diseñar una rutina específica, con consejos que ayudan al bebé a relajarse, muchos padres primerizos no conocen qué tipo de actividades son las más beneficiosas para los niños. Por ese motivo, damos a conocer las actividades que la Academia Americana de Pediatría aconseja establecer en las rutinas nocturnas del niño.
Baño antes de dormir: Los baños son una forma tranquilizante e higiénica separar las actividades de alimentación nocturna con la hora de dormir. No hay otra manera, solo un niño increíblemente fatigado se dormirá cuando vaya a tomar un baño. Esto significa que, al terminar su cena, el pequeño comprenderá que ya es hora de ir a descansar.
Cepillado de dientes: El cepillado de dientes o encías es fundamental para los pequeños. Se debe hacer inmediatamente después de la última comida o antes de la hora de dormir. Así enseñamos al pequeño que lo único que pasa por su boca antes de dormir debe ser su cepillo de dientes. De hecho, los especialistas afirman que mantener una buena higiene oral puede prevenir el síndrome de muerte súbita.
Lectura antes de dormir: Los expertos en sueño infantil, afirman que el mejor sustituto para la lactancia materna es la lectura de cuentos. Esto es un pretexto ideal para que el niño se acomode en su cama o para acurrucar al pequeño mientras le contamos una historia. El cansancio del día junto a una lectura pausada, son una excelente forma de ayudar a que el niño concilie el sueño.