Los primeros meses de crianza suelen ser los más retadores, y más si se es padre primerizo. Siempre estamos procurando el bienestar y la felicidad de nuestros hijos, aunque de la nada estallen llanto. Es normal que durante este tiempo dudemos sobre la efectividad de nuestras técnicas, pero la verdad es que es una etapa normal. De hecho, los médicos han denominado este llanto, como llanto púrpura.
Según la Academas Estadounidense de Pediatría, el llanto púrpura es una situación que inicia cerca del segundo mes de vida, y es descrita como una etapa en la que los periodos de llanto son cada vez más prolongados y se refuerza la idea de que los padres están haciendo algo mal con él, cuando no es así.
‘Purple’, púrpura en inglés, es la palabra que resulta de todo un acrónimo que describe la etapa:
Los especialistas aseguran que el llanto púrpura es una etapa normal en el desarrollo de los pequeños, que poco a poco va desapareciendo. Generalmente, los episodios persisten pór más de media hora en las noches, y son ajenas a causas comunes como el hambre, el frío, la humedad del pañal o la necesidad de dormir.
Lo más importante es tener claro que no se debe a ningún problema o complicación, ya que estos suelen estar acompañados de vómito, falta de apetito y algunas afecciones cutáneas. Lo que recomiendan los especialistas es dejarlos hasta que se calmeny cesen el llanto.
Si consideras que que la situación te abruma o te causa ansiedad, está bien que te alejes y respires una vez confirmes que no hay riesgos que atenten contra su integridad. Está bien que puedas apoyarte en familiares que estén en la disposición de hacerse cargo del bebé cuando tú decidas tomarte un tiempo para ti.
Por fortuna para todos, este periodo finaliza poco tiempo después.