En muchas ocasiones a causa de las rabietas de los más pequeños de la casa es probable que pierdas el control de las situaciones y termines por gritar para imponer autoridad en medio del descontrol.
Aunque esta táctica funcione y se detenga el mal comportamiento de tu hijo, los especialistas confirman que los gritos tienen efectos adversos que se podrán evidenciar en el futuro, provocando efectos negativos en el desarrollo del niño.
Diversas investigaciones han establecido que los gritos en lugar de establecer disciplina empeoran la conducta y despiertan en los niños un comportamiento destructivo. Otras razones por las que debes evitar alzar la voz son:
Ahora que lo sabes, piensa en estas consecuencias antes de alzar la voz y recuerda que educar sin violencia fomenta los lazos de amor y favorece el desarrollo de tus pequeños.