A las puertas de un Año Nuevo, los propósitos y metas suelen ser una constante -para los adultos- durante los primeros días y semanas. Pero, también es un hecho que muchos de ellos dejan de cumplirse, bien sea por la falta de tiempo o por la pérdida de motivación, derivada de nuevas prioridades o intereses.
Pero, en el caso de los niños, muchas veces los padres no tienen en cuenta que definir metas y sueños es vital para los niños.
Por eso, aprovechando todavía el ánimo festivo, expertos en psicología infantil recomiendan a los padres involucrar a los hijos en este tipo de actividades. Y no solamente como un ejercicio individual, pues también es un acto que estrecha los lazos familiares al establecer metas comunes.
Esto sin contar el aprendizaje en valores que adquieren los niños al requerir de perseverancia, responsabilidad, constancia y paciencia para alcanzar sus anhelos.
Con el fin de guiar de la mejor manera al pequeño en esta tarea, desde la revista Pediatría y Familia presentamos algunos consejos que servirán a la hora de establecer los propósitos para este año que comienza. ¡Recuerda que nunca es tarde para empezar!
Sin embargo, lo más importante es no dejar que el niño desfallezca. En todo momento debemos apoyarlo y recordarle la importancia de cumplir sus propósitos, ya que esto eleva su autoestima y su confianza a la hora de plantearse sus propios objetivos.
Por: Redacción Pediatría y Familia