Una vez tu niño alcanza los dos años de edad, los padres deben estar atentos a una serie de síntomas que los pueden alertar sobre la necesidad de que el pequeño utilice gafas. Entre las señales que puedes identificar se encuentran:
Si tu hijo cumple con la mayoría de estas señales es importante que lo lleves a una consulta con el especialista quien a través de un examen diagnostica el tipo de condición que padece y la formula que necesita. Recuerda que Una buena visión le permite a tu hijo desarrollar su vida cotidiana sin obstáculos y asegurará un mejor rendimiento escolar.