Aproximadamente de un 3 a un 5 por ciento de las visitas al pediatra y de un 20 al 30% de las visitas al gastroenterólogo pediátrico son relacionadas a problemas de estreñimiento infantil. Un alto porcentaje de estos pacientes padecen de estreñimiento funcional o idiopático, ya que no existe una condición médica subyacente.
“Una dieta saludable, alta en fibra y con una ingesta apropiada de líquidos, mayormente agua, garantiza un mejor sistema digestivo”
La Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición (NASPGHAN, por sus siglas en inglés), define el estreñimiento como un retraso o una dificultad para defecar que está presente por 2 semanas o más y que es suficiente para causar ansiedad al paciente. Por lo tanto, si el niño(a) tiene evacuaciones menos frecuentes, duras, dolorosas o abundantes, lo más probable sufre de estreñimiento. Algunos niños también pueden presentar otros síntomas como dolor abdominal, distensión abdominal, anorexia, y/o flatulencia.
Generalmente el estreñimiento es una condición benigna y fácil de prevenir y/o tratar. Sin embargo en algunos casos puede ser una manifestación de otras condiciones u enfermedades.
Osmóticos: Polyethylene glycol (Miralax, Golytely) y citrato de magnesio
Estimulantes: Senna (Senokot) y bisacodyl (Dulcolax).
La elección del medicamento dependerá de muchos factores, entre ellos la edad del paciente, el grado de estreñimiento y la facilidad de administración. En aquellos casos que no respondan al manejo o que haya algún otro padecimiento o preocupación siempre es recomendable referirlo a un gastroenterólogo pediátrico.