Según estudios científicos, alrededor del 15 por ciento de los niños mienten deliberadamente, por lo que es necesario saber cuál es el motivo de este comportamiento y de qué forma puede evitar que su hijo se vuelva un mentiroso.
“Esta conducta depende de su desarrollo intelectual; sin embargo, a partir de los 6 años, el niño se dará cuenta de sus mentiras“,
de acuerdo a una revista especializada en temas de niños y familia.
Los niños, a menudo, inventan historias y llenan sus sueños de fantasías. Les gusta la fantasía y mienten o encubren la verdad proyectando un deseo. Los niños de esta edad no perciben la diferencia entre fantasía, imaginación y realidad. A veces dicen mentiras sin darse cuenta.
Estos niños todavía tienen dificultades para distinguir la realidad de la fantasía. No son capaces de medir el impacto de sus mentiras, ni entender la relación entre causa y efecto ante algunos actos. También, creen que no van a ser regañados si se produce un evento del que no son responsables.
Los niños han formado sus propios códigos y distinguen mejor la fantasía de la realidad.
Buscan su identidad y quieren experimentar diferentes situaciones, adoptar diversas conductas, romper las reglas establecidas por la sociedad, los códigos de anulación de la familia y el desprecio de la patria potestad.
Los especialistas creen que este paso es inevitable y necesario para el desarrollo del adolescente. Una especie de pasaje. Sin embargo, es importante que los padres traten abiertamente el tema de la mentira con sus hijos, compartan sus preocupaciones e insistan en que no es concebible ni aceptable que mientan a menudo o sistemáticamente. Los padres deben ser firmes.
“Según la revista especializada, la mayor parte del tiempo los niños mienten para evitar sanciones o consecuencias que puedan derivarse de sus acciones. También, pueden mentir por miedo, en su beneficio, por temor al castigo, para atraer la atención de sus colegas, amigos, familiares“.
Es una forma disfrazada de afirmar que existen para que nos preocupemos de ellos.
Mentir puede ser un problema importante cuando el niño causa perjuicio a terceros, actúa por venganza pura o egocentrismo, cuando los padres no pueden confiar en él, afecta a las relaciones con los hermanos, algunos miembros de la familia, amigos, compañeros de clase, compañeros del equipo de deporte, entre otros.
De acuerdo a la revista, los padres pueden seguir una serie de pasos ante las mentiras de sus hijos:
La publicación también ofrece algunos consejos para evitar que su hijo diga mentiras.
Redacción Pediatría y Familia