Hablar de temas tan personales puede resultar bastante incómodo tanto para hijos, como para padres, pero eso no quita que los niños no requieran información sobre los cambios que van a vivir durante la pubertad, en especial las niñas.
El ciclo de la menstruación por lo general inicia entre los 12 y 13 años, pero en algunos casos puede presentarse desde los 8, trayendo consigo una amplia variedad de cambios hormonales, emocionales y físicos. Para nada es una etapa sencilla.
Para iniciar, debes saber que la primera regla en la vida de las mujeres se llama menarquia, y que durante los primeros meses es normal que se presenten irregularidades menstruales. Iniciando, no hay calambres en el abdomen bajo ni en la espalda.
Durante años han surgido recomendaciones y supuestos consejos en torno a la menstruación que no son para nada ciertos, por ejemplo, la creencia de que tener la regla es sinónimo de enfermedad, indisposición o excusa para dejar de consumir ciertos alimentos, dejarse de bañar o no lavarse el pelo. Debemos ver estos días como un ciclo natural de la mujer y vivirlos con la mayor naturalidad posible y de forma positiva.
Ahora bien, es cierto que la primera menstruación puede significar para algunas niñas un motivo de terror o de rechazo al no saber cuál es la mejor manera para sobrellevar la situación. Padres y madres juegan un papel importantísimo en esta etapa de sus vidas:
Claro, no se trata de hacerle un seminario sobre qué es la regla, cómo vienen los bebés al mundo, o sobre cómo mamá quedó embarazada, no. Se trata de una explicación verídica que esté acorde al nivel de entendimiento y madurez del niño invitándolo a participar y compartir su opinión.
Para nadie es un secreto que la llegada de la menstruación es la manera que tiene el cuerpo de hacerle saber a las mujeres que está listo para, en algún momento, quedar en embarazo, de manera que sí, es un tema que también se debe tocar pero no desde el temor, sino más bien desde la paciencia.
Los cambios generan en gran medida, pánico e incomodidad porque son una salida de nuestra zona de confort. Esta etapa de vida en las mujeres es maravillosa con todo y lo que conlleva, transmite siempre la seguridad y enseñále a valorar su cuerpo.